El gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, anunció que mandará un proyecto a la Legislatura para la “suspensión por este año” las PASO en su distrito y anunció que la votación de cargos locales se realizará en una fecha distinta de la votación nacional. Esto, que se llama desdoblamiento, supone un avance en la ruptura formal de su espacio con el kirchnerismo.
Ayer firmó un decreto para que la elección provincial se realice el día 7 de septiembre con el objetivo de garantizar un “proceso electoral ordenado, transparente, centrado en el derecho de los bonaerenses a elegir en condiciones claras”, dijo en el anuncio que realizó junta a la vicegobernadora, Verónica Magario.
En lo político, esto significa una ruptura con el kirchnerismo, que ya le avisó que quería que ambas votaciones fueran concurrentes, es decir el mismo día, y que en caso de desdoblamiento la propia Cristina podría ser candidata en las elecciones provinciales.
Los argumentos de Kicillof no fueron políticos sino institucionales y por eso también anunció que mandará a la Legislatura un proyecto para suspender las primarias bonaerenses.
Kicillof fue casi el único kirchnerista que construyó una imagen propia sin diferenciarse de Cristina. Ayer parece que abandonó esa estrategia que fue exitosa.
El espacio político que con distintos matices compartieron se rompió. Las urnas dirán quién manda en el espacio en esa provincia. Lo demás será secundario. La pelea contra Milei quedará para octubre, ya con un espacio vencedor y otro vencido.
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