Quien quiera oír que oiga

Hoy comienzan las audiencias públicas para definir la suba de tarifas de gas y electricidad. Durante tres días asociaciones de consumidores, representantes de las compañías eléctricas y funcionarios gubernamentales expondrán sus miradas sobre el precio que debería tener la energía en el país. El procedimiento es obligatorio pero no vinculante, por lo que independientemente de lo que suceda en estos encuentros el gobierno anunciará los incrementos apenas terminen de expresarse los afectados. 

El ministro de Economía Martín Guzmán no participará de las audiencias, a pesar de los reclamos del kirchnerismo y de varias ONGs que allí lo querían ver por ser el principal defensor de los aumentos dentro del gobierno, quien encabezará el acto público será el secretario de Energía, Darío Martinez.



Su firma es la que después rubricará los nuevos valores de las tarifas que, según el gobierno le informó al FMI, incluirán una quita de subsidios para el 10% de los usuarios con mayor poder adquisitivo (elevando su factura más de 200%). El sector más vulnerable mantendría su tarifa social; mientras que la mayoría de los habitantes experimentaría un aumento del orden del 42% en sus facturas.

Hoy también comienzan su marcha hacia la Ciudad de Buenos Aires algunas de las organizaciones piqueteras que el próximo jueves confluirán en la Plaza de Mayo en reclamo de más trabajo y menos hambre. Ayer los organizadores de la protesta se reunieron con el ministro de Justicia y Seguridad de la capital federal, Marcelo D'Alessandro, con quien definieron el recorrido de la movilización. De un lado pidieron completar un una movilización “sin acampes y ”sin provocaciones”; del otro pidieron evitar la represión.

El INDEC añadirá un condimento especial a este jueves de superacción. Cuando los primeros manifestantes empiecen a llegar a la Plaza de Mayo se difundirán los números de inflación de abril que no se prevén muy auspiciosos. Seguro se mencionen esas cifras desde el escenario armado frente a la Casa Rosada como un nuevo argumento para su reclamo. Pero no lo escuchará Alberto Fernández desde su despacho, ya que el presidente empezó ayer una gira con “agenda positiva” por Europa.