

El entusiasmo es grande y también el desafío.
¿Cuáles son las posibilidades concretas de que Argentina pueda exportar gas en el mediano plazo, si no logra hoy cubrir la demanda interna? ¿Por qué no se exporta todo el petróleo posible, si las condiciones parecen estar dadas?
Son dos situaciones muy distintas. En petróleo, la producción está aumentando, principalmente de la mano de YPF. El destino es doble: mercado interno y exportación.
Vaca Muerta produce un tipo de petróleo llamado “medanito”, que es más liviano y bajo en azufre. “Al principio, se exportaba con mucho descuento. Después, cuando ya se comprobó la calidad, cada vez menos..
En 2019, se produjeron 100 mil barriles de crudo por día, que significó un 20% de la producción nacional total, que fue de 509 mil barriles diarios, según datos públicos de la Secretaría de Energía.
En 2020, la producción en Vaca Muerta aumentó un 20%, llegó a 120 mil barriles diarios y ocupó un 25% de la producción total, que descendió a 478 mil barriles diarios.
En 2021, la producción en Vaca Muerta dio un salto del 40%, alcanzó los 168 mil barriles diarios y ocupó un 33% de la producción total de crudo, que creció a 514 mil barriles diarios.
En este 2022, la producción en Vaca Muerta marcha con 226 mil barriles diarios, un 35% más que al año anterior y ya ocupa el 40% de la producción total de crudo argentino, que se ubica en 563 mil barriles por día.
El ritmo actual de producción total nacional es el más alto desde 2010, cuando se produjeron 590 mil barriles por día. El primer problema que se advierte es el descenso de la producción convencional, que cayó (año a año) de 490 mil barriles diarios en 2018, a los actuales 337 mil barriles por día. Es decir, las petroleras se vuelcan a producir petróleo en Vaca Muerta, pero dejan de lado la producción convencional.
Argentina no importa crudo. Para el consumo de combustible, ese crudo que se destila en las refinerías no es suficiente. Por eso, todos los años se importa un poco de gasoil para esta época; básicamente, para la cosecha gruesa del campo. Cómo autoabastecer de gasoil es la primera cuestión. Es un problema porque hay que hacer inversiones costosas en refinería, que llevan mucho tiempo de repago y que hoy encima está condicionado por la transición energética.
El recurso es de calidad internacional. Ya está probada la productividad y la capacidad de la industria para desarrollar el recurso. Es comercial, tiene capacidad de ser exportado. El interrogante es cómo hacer para incrementar volúmenes en toda la potencialidad. Son desafíos estructurales de país y de infraestructura de corto plazo, que imposibilitan un mayor crecimiento de la producción.
Se necesitan oleoductos con mayor capacidad; es un problema de fierros, básicamente. Los ductos no tienen la capacidad de absorber mayor producción. Se necesitan más caños y más grandes.
YPF aporta actualmente el 47% del petróleo que se produce en Argentina. Le sigue Pan American Energy (PAE), con el 20%. En Vaca Muerta, YPF aumenta aún más su peso propio y extrae el 59% del crudo producido en Vaca Muerta.
Entre Shell y Vista Oil, aportan el 24% del total de crudo producido en la cuenca neuquina, en partes casi iguales. Les sigue PAE, con el 7%. Así, cuatro empresas concentran el 90% de la producción total de petróleo en Vaca Muerta. El 10% restante, se lo reparten entre 10 empresas. De estas, la más importante es Tecpetrol, con el 2,5%.
YPF aporta el 39% del gas que se produce en Vaca Muerta. Lo sigue de cerca Tecpetrol, que aporta el 22% desde Fortín de Piedra. Pampa Energía ocupa el tercer lugar, con el 10%. En tres empresas, se reparte el 70% de la producción total de gas en Vaca Muerta.
No falta gas, sino transporte y almacenamiento
En el gas, la cuestión es diferente. La producción en Vaca Muerta representa más del 50% del total del país. Se repite el esquema de la caída en la producción convencional, que se compensa con mayor producción en Vaca Muerta. Si bien se podría producir más, el cuello de botella está en el transporte y el almacenamiento.
En 2020, en Vaca Muerta se produjeron 50 M/m3 diarios, que constituyeron el 41% del total del gas producido en el país (135 M/m3 diarios) y el 94% del gas no convencional. En 2021, se produjeron 56 M/m3 diarios, que significaron el 45% de la producción total del país (123 M/m3 diarios).
En los primeros cuatro meses de este año, la producción marchó a un ritmo de 65 M/m3, que significan el 50,5% de la producción total (127 M/m3 diarios) y el 95% del gas no convencional.
Se necesita más gas para seguir abasteciendo la demanda interna. Se puede industrializar y hacer fertilizantes que el mundo demanda y Argentina importa. Sirve también para reemplazo de combustibles contaminantes en el sistema de transporte local y para exportar a países vecinos como se hace con Chile en los meses de verano o el objetivo que hay de exportar a Brasil. Sin embargo, los gasoductos están colmados y la capacidad de almacenamiento es prácticamente nula.
El Gasoducto NK va a transportar 40 millones de m3 de gas por día. La primera etapa va a ser para 11 millones, la segunda el doble y después el resto. Hoy, tenés una capacidad de transporte de 80 millones de m3 por día. Esto no resuelve el pico del invierno, que es de 160 millones de m3 por día.
Más allá de números que impactan los especialistas aseguran que se necesitan inversiones de 4 ó 5 mil millones de dólares, que tardan no menos de 4 o 5 años. Tal vez, pensar en una situación intermedia sea razonable: exportar e importar al mismo tiempo. Exportar en verano para obtener los dólares que permitan importar en invierno.
Lo cierto es que Vaca Muerta es el futuro, que ya llegó.