Una tradición que celebra la vida y la memoria

El mundo31/10/2025
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El 1 y 2 de noviembre, la Ciudad de México se prepara para recibir a miles de visitantes en sus cementerios con motivo del Día de Muertos, una de las tradiciones más arraigadas en el país.

¿Hay vida después de la muerte? Esta es una pregunta cuya respuesta se divide en opiniones. Mientras que para algunos es el fin de su vida en la Tierra, para otros está apenas está empezando, algo que una celebración como el Día de Muertos logra enmarcar muy bien, una fiesta que se extiende a lo largo y ancho de México.

Se tiene una aproximación de que es un ritual con 3,000 años de antigüedad. Si hablamos de una en particular, tendría que ser de los aztecas: en su cultura, este era un festejo en el que se precedían fiestas en honor a Mictlantecuhtli y Mictecacihuatl: el señor y la señora del Mictlán, nueve regiones que tienen subdivisiones que corresponden a distintas pruebas que el “muerto” tiene que pasar, que depende de cómo haya sido en vida, así como de las faltas que cometió mientras caminaba por la tierra. Figuras que después mutaron hasta transformarse en La Catrina que conocemos hoy.

Esta celebración perseveró pese a la conquista. En el caso particular de México, la violencia con la que fue conquistada la tierra obligó a muchas personas a tratar de mantener y hacer prevalecer sus costumbres a toda costa.

Las civilizaciones de esta parte del mundo tuvieron pérdidas no solo por las nuevas enfermedades que los europeos traían, sino que crearon una gran depresión en las personas mayores que se rehusaban a cambiar de religión y abandonar algo en lo que habían creído toda su vida. Fue así que comenzaron a resguardar santos en sus casas con espacios especiales dentro de ellos, en lo que guardaban muestras de gratitud.

El Día de Muertos significa celebración, remembranza y homenaje a nuestros seres queridos que han trascendido, sobre todo si consideramos que las culturas iniciaron esta festividad con la creencia de que “los muertos” nos visitan cada cierto tiempo desde otro plano y, al mismo tiempo, ellos atraviesan un pasaje después de morir.


México se llena de color de cara a los festejos una tradición que celebra la vida y la memoria. Este año se ha preparado una agenda cultural con más cientos de actividades con ofrendas monumentales y desfiles de catrinas.

En 2003, esta festividad fue reconocida por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

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Durante los días 1 y 2 de noviembre, el país honra a todos los santos y los fieles difuntoscon ofrendas, música y ceremonias que tienen lugar en hogares, escuelas, panteones e incluso museos.

La celebración es un símbolo único y representativo de la identidad cultural mexicana. Honra la memoria de los fallecidos, ya que la tradición indica que sus almas vuelven del inframundo a la tierra de los vivos para visitar a sus seres queridos, quienes deberán recibirlos con un altar lleno de ofrendas.

Halloween es una celebración de origen pagano en la que se piensa que la noche del 31 de octubre “los muertos caminan entre los vivos”.

En la época pre colonial en México, culturas indígenas creían en el regreso de las almas del Mictlán, o inframundo, para visitar a sus familiares en el mundo de los vivos, por lo que los difuntos eran enterrados envueltos en un petate, estera de palma usada para dormir.

Se colocan altares con ofrendas en honor a los fallecidos, en los que se ponen flores de cempasúchil, comida, bebida y otros elementos tradicionales para guiar su camino desde el más allá.

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