El Papa Francisco, de 88 años, ingresó en una nueva etapa y en un camino de recuperación. A una semana de una doble crisis respiratoria que había vuelto a encender todas las alarmas, los médicos que lo siguen en el hospital Gemelli desde hace 26 días, tras confirmar que se consolidan las mejoras de su situación, decidieron anular el pronóstico reservado. Desde el 3 de marzo, no ha presentado crisis respiratorias, lo que da razones para ser optimistas.
Algo que significó que el Papa está en una situación “menos grave” o, como aclararon fuentes del Vaticano, ya no es inminente el peligro de vida debido a las infecciones que tenía al internarse. Pero, como el cuadro sigue siendo aun “complejo”, serán necesarios días de hospitalización.
“El Papa pasó una noche tranquila, se despertó cerca de las 8:00″, informó este martes a primera hora su vocero, Matteo Bruni. Luego la Sala de Prensa del Vaticano hizo saber que continúa con sus tratamientos farmacológicos y su fisioterapia respiratoria.
Fuentes del Vaticano coincidieron con el cauto optimismo. “Se trata de señales positivas del curso de la patología, pero que deben ser tomadas con prudencia y cautela porque la neumonía no ha sido aun superada y el cuadro clínico sigue siendo complejo”, aclararon, precisando un dato importante, el de la neumonía, no presente en el parte. “Pero ya no se encuentra en presencia de peligros inminentes”, dijeron.
Informado de las trágicas inundaciones en Bahía Blanca, por otro lado, envió un telegrama al arzobispo de esta ciudad, monseñor Carlos Azpiroz Costa, en el que se definió “apenado” al enterarse de ese “desastre natural que está afectando a la región y que ha ocasionado tantas víctimas y daños materiales”. “Ofrezco fervientes sufragios por el eterno descanso de los fallecidos. Asimismo, quiero hacer sentir mi cercanía espiritual a toda la población, suplicando al Señor que conceda consuelo a los deudos y a cuantos sufren en estos momentos de dolor e incertidumbre, y que sostenga con su gracias a todos los que están comprometidos con la búsqueda de los desaparecidos y con el arduo proceso de reconstrucción de las zonas devastadas”.
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