Bluesky, la red social alternativa para los usuarios que dejan X como protesta contra Elon Musk
TendenciasAyerUna red social creada a imagen y semejanza de Twitter, que está viviendo una explosión exponencial de usuarios. Bluesky es una red de microblogging de aspecto muy similar a X y con un funcionamiento casi idéntico. Nació como un experimento dentro de la propia red: cómo funcionaría esa misma plataforma si se construyera sobre un protocolo descentralizado y de código abierto.
Estas características implican que cualquier usuario o empresa podría construir aplicaciones diferentes, como algoritmos personalizados, sistemas de mensajería con un cifrado más estricto, filtros de contenido o políticas de moderación diferentes, sobre la misma red principal. Todo ello sin el control o autorización de la empresa que lanzó y gestiona esa red principal.
El ensayo se lanzó cuando Jack Dorsey, fundador de Twitter, aún permanecía al mando de esa plataforma. Se quejaba sobre el poder que los inversores habían logrado en la toma de decisiones sobre el uso de Twitter y se había vuelto cada vez más partidario de tecnologías de base descentralizada, como la que sustenta a las criptomonedas.
Para Dorsey, la consecuencia de esa tendencia en grandes empresas cotizadas como la propia Twitter, Facebook o Instagram estaba clara. “Los incentivos existentes en las redes sociales con frecuencia hacen que la atención se centre en contenidos y conversaciones que generan controversia e indignación, en lugar de conversaciones que informan y promueven la salud”.
La prueba tuvo éxito y Bluesky nació como proyecto independiente en 2021. La empresa siguió recibiendo apoyo financiero de Twitter un año más, hasta que en 2022 Musk compró la empresa y Bluesky cortó toda relación con ella. Finalmente llegó al mercado en febrero de 2023.
Aun el registro en Bluesky estaba limitado a los usuarios con invitación, lo que le impidió aprovecharse de la huida de usuarios de Twitter que provocó Elon Musk. “No usábamos las invitaciones para intentar ser exclusivos. Las utilizábamos para gestionar el crecimiento mientras construíamos lo que es esencialmente una base, los rieles de este nuevo tipo de red distribuida”, explicó Jay Graber, la ingeniera de 32 años que ejerce de directora ejecutiva de Bluesky.
“Tuvimos que construir el protocolo de aplicaciones bajo Bluesky, el Protocolo AT, que permite a diferentes desarrolladores, empresas o personas entrar y modificar sus experiencias. Un ejemplo de ello son tus feeds. Cuando te unís, te damos el seguimiento por defecto y los feeds algorítmicos. Pero luego hay más de 25.000 feeds personalizados para elegir, la mayoría creados por desarrolladores independientes. Uno de ellos es un feed de musgo, que me parece muy relajante y divertido: solo muestra imágenes de musgo y cosas verdes”.
El escudo se completa con la forma jurídica que adoptó Bluesky. Se trata de una Public Benefit Corporation, una empresa de beneficio público que además de buscar su rentabilidad, está legalmente obligada a trabajar por el bien común. Es una figura que pone al mismo nivel el beneficio público que el de los accionistas de la empresa.
En este momento Bluesky no tiene publicidad y expresó la intención de no incluirla en su modelo de negocio en el futuro. Esto le permite no necesitar recolectar datos personales de sus usuarios de forma masiva. Actualmente se financia a través de subvenciones y apoyo de inversores interesados en la tecnología descentralizada y en los principios de código abierto.
“Hay escepticismo sobre si este modelo social puede funcionar”, reconoció Graber. “La gente incluso se pregunta qué es. Así que, en primer lugar, estamos intentando demostrar que este ecosistema tiene valor para usuarios y desarrolladores. Creemos que el dinero sigue al valor”.
La CEO de Bluesky adelantó que este año empezarán a explorar propuestas de valor, como vender dominios personalizados. Actualmente los usuarios llevan en su dirección de perfil la del dominio en el que se registraron (nombredeusuario.bsky.social) y mediante esta vía, cobrarían por modificarlo.
No es casualidad que el número de usuarios de Bluesky se disparara tras el triunfo de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos del pasado 5 de noviembre. Elon Musk, fue uno de los más activos apoyos de la campaña de Trump y estará al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental.
Esto, unido a las quejas por los contenidos que ofrece el algoritmo desde que Musk controla X, ha llevado a muchos a dejar esa red como protesta. El diario británico The Guardian anunció que dejará de publicar en X porque se ha convertido en una "plataforma mediática tóxica".
En paralelo, la aplicación móvil de Bluesky ha sido descargada masivamente en todo el mundo. En la tienda virtual de Apple en Reino Unido era la aplicación gratuita más descargada.
La red hoy tiene 20 millones de usuarios con apenas 20 trabajadores contratados. En este período ha abierto dos rondas de financiación, de 8 y 13 millones de dólares respectivamente. En ambas han tenido un gran peso los inversores cripto, atraídos por el modelo descentralizado que propone Bluesky, como SevenX Ventures, Protocol Labs o Blockchain Capital.