

Basada en la novela de Denis Johnson, Sueños de trenes narra una historia de superación, amor y pérdida. La grandeza de lo ordinario. Aunque la labor del protagonista es muy importante, la construcción de las líneas de ferrocarril permitieron el desarrollo a pasos agigantados del país, la realidad es que es simplemente la historia de un hombre normal con una vida sencilla, igual que la de otros miles de trabajadores.
Netflix acaba de estrenar Sueños de trenes, película dirigida por Clint Bentley y basada en la novela homónima de Denis Johnson que narra una historia de superación, amor, familia y pérdida.
Se publicó originalmente en The Paris Review en 2002 y luego fue editado como libro independiente en 2011. Escrito por Denis Johnson, narra la vida de Robert Grainier, quien crece entre los imponentes bosques del noroeste del Pacífico a principios del siglo XX, trabajando entre los árboles, tendiendo vías férreas y construyendo un hogar con su esposa, Gladys.
Como explican desde Tudum, la cinta trata en esencia sobre el amor, la familia y la pérdida, todo bajo el contexto de transformación del mundo natural a uno en proceso de industrialización y destrucción por parte del ser humano.

Sueños de trenes es el retrato de Robert Grainier, cuya vida transcurre durante una época de cambios sin precedentes en la América de principios del siglo XX. Huérfano desde niño, Robert crece entre los imponentes bosques del noroeste del Pacífico, donde contribuye a la expansión del imperio ferroviario del país junto a hombres tan inolvidables como los paisajes que habitan. Se casa con Gladys y juntos forman un hogar, aunque su trabajo a menudo lo aleja de ella y de su pequeña hija. Cuando su vida da un giro inesperado, Robert encuentra belleza, brutalidad y un nuevo significado en los bosques y árboles que ha talado. "Sueños de trenes captura un tiempo y un lugar que ya no existen, y a las personas que construyeron un puente hacia un futuro que solo podían soñar".
La película recibió excelentes críticas. Para The Wrap, la cinta es "una epopeya de impresionante esplendor visual y formidable poesía lírica cinematográfica, una obra que contiene todas las capas maravillosas y devastadoras de toda una vida". En la misma línea, IndieWire dijo que la obra es un retrato "conmovedor y doloroso" sobre el valor de cada momento.
En Variety elogiaron la actuación de Edgerton. La crítica de The Guardian apuntó a que la película es "magnífica y conmovedora", gracias, en parte, a una interpretación magníficamente sensible del todavía infravalorado Edgerton".
En definitiva, Sueños de trenes es una película que basa su mensaje en la contemplación de la normalidad de una vida para ensalzarla. Ayuda a detenernos en el frenesí de la vida que llevamos. Es, entonces, una de las películas del año.






