Milei dividió a la oposición y evitó que Diputados rechace su veto al aumento de las jubilaciones
El País 12 de septiembre de 2024Javier Milei dividió a la oposición y ganó la pulseada política por el veto a la ley de aumento de las jubilaciones. El oficialismo, junto con aliados circunstanciales en Diputados, consiguió bloquear la posibilidad de que los opositores consigan dos tercios de los votos presentes para insistir con la norma que planteaba una nueva fórmula jubilatoria: el tablero marcó 153 votos en contra del veto y 77 a favor, con 8 abstenciones y 9 ausencias.
La definición se concretó tras una corta sesión, en medio de una fuerte protesta fuera del Congreso. Las bombas de estruendo llegaban a escucharse en los pasillos de la Cámara baja. Apenas se confirmó el veto en el recinto, las fuerzas de seguridad activaron el protocolo antipiquete para reprimir la manifestación.
El Gobierno cristalizó la cuña que metió en el radicalismo ayer: cinco diputados de la UCR acompañaron la negativa al veto.
Como la necesidad de los dos tercios tiene en cuenta las ausencias, fueron también clave que se hayan levantado de sus bancas otros dos legisladores radicales: Roxana Reyes y Gerardo Cipolini. Además para la estrategia oficialista aportó la abstención de los ocho diputados de Innovación Federal, que responden a gobernadores de Salta, Misiones y Río Negro.
El rayo libertario mostró una efectividad admirable. Iluminó a un sector de la UCR, el partido que, dice el Presidente, está lleno de inútiles y que alguna vez comparó con el fascismo, y con eso le alcanzó para que el Gobierno pueda administrar la agenda del Congreso con una pericia que fue ganando con el paso del tiempo.
Esta vez fue todo a cielo abierto: los diputados y los senadores no entraron a ninguna reunión secreta, sino que se sentaron en la mesa del Presidente y posaron para las cámaras. El presidente hizo a un lado sus dogmas, ensució sus pies con el barro de la casta y comandó personalmente las gestiones que le permitieron meterse en el bolsillo la llave del Congreso.
Con una minoría abrumadora, pésimos antecedentes en el cumplimiento de compromisos y pocas luces verdes para mostrar en su tablero económico, fue un negocio redondo, el Gobierno pagó poco y cobró mucho.