Estados Unidos está lista para un nuevo capítulo. Estados Unidos está listo para una historia mejor. Estamos listos para una presidenta Kamala Harris, dijo él. La esperanza está de vuelta, proclamó ella. En sus discursos de cierre de la segunda jornada de la convención nacional demócrata, Barack Obama y Michelle, han investido,como la heredera de su legado político, a la candidata demócrata, que puede convertirse en la primera presidenta mujer, negra y de origen indio en las elecciones del próximo noviembre.
Sin Obama, la actual candidatura de Harris no habría sido posible. No solament, abrió el camino como primer presidente no blanco de EE UU. El expresidente fue uno de los notables que presionó para convencer al presidente Joe Biden de que cediera la candidatura a su compañera de fórmula.
La campaña de Harris guarda más de una similitud a la que llevó a Obama a la Casa Blanca en 2008. Si aquella utilizó de forma magistral las nacientes redes sociales y las bases de datos para llegar al máximo número de votantes, ante una audiencia mucho más fragmentada que la de aquella época, la vicepresidenta ha convertido en prioridad el recurrir a los influencers y creadores de contenido, en utilizar TikTok, Instagram, YouTube.
Sus tips, como los de Obama, son cortos, difíciles de olvidar y optimistas. Incluso el artista, Shepard Fairey, que convirtió al candidato negro en un icono cultural con su retrato “Hope” (”Esperanza”), ha creado una imagen similar para Harris, ahora con el título “Forward” (”Adelante”).
Sobre ello habló también Michelle Obama, encargada de presentar a su marido y expresidente en el evento, pero hubo otras palabras suyas que resonaron más. Incluso hay quien dice que protagonizó el “mejor momento de la noche”, concretamente al dirigirse a otro expresidente, Donald Trump, apropiándose de un término ofensivo del republicano para volverlo en su contra.
“¿Quién le va a decir que el empleo que busca podría ser uno de esos 'trabajos para negros'?'”, lanzó Michelle Obama desde el atril del United Center. Y entonces el público estalló.
Hizo referencia a un comentario que pronunció Donald Trump en el debate contra Biden a finales de junio, y que volvió a repetir. Que los migrantes estaban quitando a los estadounidenses los “empleos para negros” y “para hispanos”. “Su gran golpe a los negros son los millones de personas a las que ha permitido entrar por la frontera”, lanzó Trump durante el debate en CNN. “Están tomando los trabajos de los negros y los trabajos de los hispanos.
Ese término ofensivo causó indignación. La comunidad negra se apropió de ello, incluida la medallista olímpica Simone Biles, para sacar pecho de esos supuestos ‘trabajos para negros’. Ahora fue el turno de Michelle Obama.
Cabe recordar, además, que Trump llegó a poner en duda que su contrincante demócrata, Kamala Harris, fuera “negra”. “No sabía que Kamala Harris era negra, hasta que hace unos años se convirtió en negra de repente”, dijo Trump a finales de julio, precisamente, en un encuentro con periodistas negros. El expresidente de Estados Unidos acusó a Harris de utilizar su color de piel para conseguir votos entre las minorías y se describió a sí mismo como “el mejor presidente para la población negra desde Abraham Lincoln”.