Día de furia en Rio

El mundo29/10/2025
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Al menos 64 muertos hubo en Río de Janeiro durante operativos policiales en favelas contra Comando Vermelho, una de las organizaciones criminales más poderosas de Brasil. Se informó que 2.500 agentes, helicópteros y blindados buscaban capturar a capos de la organización en los complejos de Alemão y Penha.

La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos dijo sentirse “horrorizada” por la macrooperación policial en la que murieron el 64 personas, la cifra más alta nunca antes registrada en una acción de este tipo en la ciudad.

El operativo terminó con decenas de personas asesinadas, entre ellas cuatro policías, más de 80 detenidos y una discusión en los medios y la política de Brasil sobre los límites de las fuerzas de seguridad en barrios muy poblados. En Río, suspendieron las clases. El gobierno de Lula se reunió de emergencia y ofreció cárceles federales para los detenidos.

Human Rights Watch (HRW) Brasil tildó de “desastre” el operativo policial y pidió a la Fiscalía investigar las circunstancias de “cada muerte”.

“Una operación policial que resulta en la muerte de más de 60 residentes y policías es una enorme tragedia”, dijo el director de HRW en Brasil, César Muñoz, en una declaración escrita enviada a EFE.

“La sucesión de operaciones letales que no resultan en una mayor seguridad para la población, sino que en realidad generan inseguridad, revela el fracaso de las políticas de Río de Janeiro”, afirmó Muñoz.

De los al menos 64 fallecidos contabilizados hasta el momento en la operación, 60 son civiles, supuestamente sospechosos, y cuatro agentes de las fuerzas de seguridad.

El objetivo de la acción es detener a los cabecillas del Comando Vermelho, una de las bandas del crimen organizado más poderosas de Brasil, y frenar la expansión territorial de la facción.

El Comando Vermelho se dedica principalmente al tráfico de drogas y armas, y su centro de operaciones está en el estado de Río, donde controla barriadas de la ciudad, aunque tiene presencia en buena parte del país, especialmente en la región de la Amazonía.

Esta es ya la operación policial más letal de la historia de Río de Janeiro.

Hasta ahora, la más sangrienta de Río fue el 6 de mayo de 2021, cuando murieron 28 personas, entre ellas un uniformado, en la favela de Jacarezinho, en medio de graves denuncias de abusos de poder por parte de la Policía.

El gobernador del estado de Río, Cláudio Castro, calificó la operación de este martes como “la mayor” realizada contra el Comando Vermelho, que junto con el Primer Comando de la Capital, es una de las más activas bandas del crimen organizado de Brasil.

Castro aclaró que la operación aún continúa y que el balance ofrecido es parcial, con lo que sugirió que podría haber más víctimas y detenidos.

La poderosa organización criminal Comando Vermelho bloqueó varias de las vías más importantes de Río de Janeiro, logrando paralizar parte de la ciudad.

Al menos 50 vehículos fueron robados y utilizados por los narcotraficantes para bloquear calles y avenidas, según informó RioOnibus, empresa que controla los servicios de transporte en autobús público.

Unas 120 líneas de colectivos tuvieron que modificar sus recorridos para sortear las vías bloqueadas por micros y barricadas pero sobre todo, para evitar pasar por lugares donde todavía continuaban los tiroteos. Al caer la tarde, las estaciones del tren metropolitano y del subterráneo estuvieron repletas de cariocas intentando llegar a casa.

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Muchas escuelas, tanto públicas como privadas, así como varias universidades, incluyendo la prestigiosa Universidad Federal de Río de Janeiro, tuvieron que cerrar sus puertas y enviar a los alumnos de regreso a casa.

“Río no puede convertirse en rehén de los grupos criminales”, dijo Paes en una conferencia de prensa que ofreció en el Centro de Operaciones, desde donde coordina las medidas para revertir la paralización de la ciudad. El alcalde agregó que los grupos criminales también se están valiendo de falsas noticias en las redes sociales para intentar generar terror y paralizar aún más la ciudad.

Tanto la Policía como la Guardia Municipal hacen esfuerzos para retirar autobuses y camiones con los que los criminales bloquean las vías, pero los narcotraficantes montan barricadas en otras áreas.

Entre las vías afectadas, muchas veces bloqueadas por algunos minutos y liberadas, figuran las más importantes de la ciudad, como la Avenida Brasil, la Línea Roja, la Línea Amarilla y la Vía Grajaú-Jacarepaguá.

Un grupo llegó a bloquear por algunos minutos con un camión la principal vía de acceso al aeropuerto internacional de Río de Janeiro, lo que provocó atrasos de los pasajeros pero no el cierre de la terminal.

Esta organización nació en la década del 80 cuando la dictadura militar concentró en las mismas prisiones a delincuentes comunes con miembros de guerrillas con formación política y hasta militar.

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