El quiebre

El País 14 de marzo de 2024
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Javier Milei visibilizó, con su brutal estilo, la guerra fría que sostiene hace tiempo con Victoria Villarruel. La inclusión del DNU 70 en el temario de la sesión del Senado, detonó una crisis que estaba encapsulada. En un comunicado, la Oficina del Presidente apuntó contra sectores que fijaron una “agenda propia e inconsulta”. No mencionó a la vicepresidenta, pero la lectura política es simple: fulminó a Villarruel que, por impericia o malicia, permitió que en el menú del Senado figure el tratamiento del mega decreto presidencial.

El clima hostil arrancó el martes cuando la vice, en teoría sin posibilidad de negarse, incluyó el DNU en la sesión. Los tuiteros libertarios, que suelen caer en manada contra dirigentes y periodistas, se enfocaron en Villarruel. La nota presidencial reforzó esa lluvia ácida. Se alimentó durante toda la jornada un karma argentino: los chispazos y enfrentamientos entre los presidentes y sus vices.

Con esta pelea, Milei suma otro factor de riesgo: en tensión con los gobernadores y el Congreso, agrega un conflicto interno con Villarruel de derivación incierta. No logró, a priori, frenar la sesión ni sacar el DNU de la agenda.

El número es muy justo. Por supuesto que por la dinámica de este gobierno puede pasar cualquier cosa. Es muy claro que el mensaje presidencial se debe leer como un movimiento de presión sobre gobernadores para evitar que se junten losvotos en contra.

Tuvo ayer un buen indicio en Diputados: logró que naufrague una sesión especial para discutir una fórmula de actualización jubilatoria. En ese movimiento fue clave la postura de gobernadores del PRO y de partidos provinciales que retiraron a sus legisladores, además del grueso del bloque de la UCR.

Ese episodio sirve como pista: el operativo que se activó en Diputados quizá no alcance para poner en riesgo los votos del Senado, pero invita a la Casa Rosada a especular que tiene mejores músculos para aprobar el DNU en la Cámara Baja.

La fórmula de actualización previsional es un indicador interesante para entender la interna opositora. El proyecto de HCF no incluía un factor que para muchas provincias es esencial: la compensación a sus cajas previsionales.

A medida que se profundizan los impactos sociales, la urticaria K empieza a picar menos. Hasta podría verse un puente imaginario entre Pichetto y Cristina. Casta pura, saben que la forma de darle pelea a Milei es aprovechar su debilidad parlamentaria y hacerle sentir el peso de la agenda de las provincias.

Pidieron sesión especial por la fórmula jubilatoria ayer, otra sesión pedida para la semana que viene para debatir el FONID y hasta un proyecto de ley para reglar el salario de los altos cargos de los tres poderes del Estado. Si a la vanguardia de este plan estuviera el peronismo moriría en soledad y en minoría. Pero si, en cambio, empieza a haber coordinación y el peronismo aporta el número para acompañar las propuestas de otros espacios, deberían encenderse algunas alarmas.

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