

Salvataje y después. El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, anunció que el potente salvataje financiero para el Gobierno no sólo consiste en un swap de 20 mil millones de dólares, sino en lo que ese país hizo el jueves, comprar pesos argentinos en el mercado de cambios para contener el dólar.
La decisión de rescatar la economía argentina suscita dudas sobre si el verdadero objetivo es ayudar a los inversores a salir, ya que apostaron fuerte en Argentina y podrían tambalear si nuestra economía se hunde.
Bessent dice que es para correr a China de la región y para priorizar empresas estadounidenses en la explotación de “tierras raras” que hay en Argentina. Hoy, el Banco Central enviará billetes de dólares por más de 80 millones a los bancos del sistema financiero, que demandan efectivo.
La Embajada de China en Argentina contestó que las declaraciones son “provocadoras” y se mueven por confrontación e intervencionismo. Hoy es feriado en Estados Unidos, así que no habrá intervención.
Javier Milei viaja por la tarde a ver a Donald Trump. El New York Times criticó el rescate de Estados Unidos y advirtió que puede ser para “favorecer a inversores cercanos a Scott Bessent que podrían beneficiarse financieramente”. Son los fondos de empresas de inversión muy invertidos en Argentina o inversores como Stanley Druckenmiller y Robert Citrone, que trabajaron con Bessent cuando lo hacía con George Soros.
Los inversores llevan mucho tiempo en Argentina para obtener ganancias, sobre todo en relación con la deuda pública que han asumido los sucesivos gobiernos. En muchos casos, los inversores no son los tenedores originales de los bonos, sino que compran con descuento y apuestan a renegociar con el tiempo.
Un fondo de Fidelity atribuyó a las ganancias de la deuda del país el haber ayudado a compensar las pérdidas de las inversiones en otros países de los llamados mercados emergentes.
Druckenmiller fue mentor de Bessent en Soros Fund Management. La oficina familiar Duquesne, que él dirige, fue el segundo mayor inversor en el principal fondo cotizado en bolsa de Argentina, un conjunto de acciones de ese país.
Citrone, fundador de Discovery Capital Management, hizo de Latinoamérica su mayor apuesta en el mundo, y Argentina es la mayor inversión del fondo en la región.
No está claro si Citrone desempeñó algún papel a la hora de convencer a Bessent de que apuntalara la moneda argentina. Pero estuvo en contacto en el periodo previo al anuncio del Tesoro el mes pasado, y argumentó que si la moneda argentina se hundía, también lo haría la suerte política de Milei.
Citrone y los líderes de la Conferencia de Acción Política Conservadora, más conocida como CPAC, pueden haber desempeñado también un papel decisivo a la hora de presionar tanto al Fondo Monetario Internacional como a Bessent para que rescataran a Argentina. En abril, el FMI apuntaló la economía argentina con su propio acuerdo de rescate de 20.000 millones de dólares. El préstamo de 48 meses fue el vigésimo tercer paquete de ayuda económica de este tipo concedido por el fondo a Argentina desde la década de 1950.
Apenas unos días después de que se anunciara el acuerdo con el FMI en abril, Citrone voló a Buenos Aires para reunirse con Milei.