La victoria de Milei reconfigura el mapa político y empuja al país a una agenda dura

Diez años rotos, perdidos con viva la grieta, polarización, el incendio controlado y llegó el que nos polariza a todos.
Algo pasó. La política no pudo decirle basta a estos años de mierda, entonces lo hizo la gente.

A la larga a la corta, a la política se le cobró que no perdiera nada cuando todos perdíamos algo.

Milei obtuvo un resonante triunfo nacional, con amplias diferencias en provincias de Cuyo, centro y norte del país, en el dato más saliente y sorpresivo de las primarias que reconfigura el escenario de cara a la primera vuelta de octubre. El giro a la derecha del electorado se vio corroborado por la clara victoria de Patricia Bullrich sobre Horacio Rodríguez Larreta dentro de Juntos por el Cambio, coalición que quedó en virtual paridad con Unión por la Patria.

La victoria de la alianza peronista en la provincia de Buenos Aires le permitió compensar magros resultados en varias provincias. Ese triunfo clave alcanzó también a la precandidatura a gobernador de Axel Kicillof, quien aparece con probabilidades sólidas de ser reelecto.

La magnitud de la victoria de Milei queda expresada por el hecho de que La Libertad Avanza fue la fuerza más votada en 17 de 24 distritos, entre ellos, Córdoba, Santa Fe, Mendoza y Tucumán. En Salta y San Luis, el partido de Milei se acercó a 50% de los votos. El contraste con los porcentajes pobres o exiguos de los candidatos libertarios en las elecciones para gobernador llevadas a cabo en los meses previos demostró que esas elecciones no tenían mayor relación con la escena nacional. Se dieron incluso realidades llamativas. En San Juan, uno de los distritos que Juntos por el Cambio logró arrebatarle al peronismo este año, ganó Milei y Massa quedó segundo.

La impactante victoria de Milei modifica el tablero y fuerza a Unión por la Patria y Juntos por el Cambio a un drástico replanteo de la estrategia.

Bullrich quedó fortalecida por su clara victoria sobre Rodríguez Larreta, pero las fricciones de la pelea interna en Juntos por el Cambio parece haber desgastado a ambos. Tal como quedó el escrutinio, Bullrich encontrará dificultades para sumar por derecha, porque ese espacio ahora encuentra en Milei un atractivo mayor, y casi no tiene opciones donde abrevar entre la decena de partidos menores que no llegaron al 1,5% de los votos.

El devenir político estará sujeto al curso de la economía en los próximos días. El plan de dolarizacón de Milei podría disparar presión sobre el peso, y la escalada devaluatoria redundaría en más inflación, un escenarío que podría debilitar todavía más a Massa.

La elección de todos modos está tan abierta como ayer. El efecto miedo empieza a funcionar a partir de hoy. Habrá pánico en los mercados. Salir tercero no es bueno y exige autocrítica y debe incluir una explicación acerca del gobierno de Alberto. En realidad Unión por la Patria sacó tantos votos como la imagen positiva de Alberto. Eso es ni mas ni menos. Y si quiere ser competitivo deben cuidar a Axel. El gran ganador.

También está pendiente que el Fondo Monetario Internacional comience a transferir los US$ 7.500 millones comprometidos en julio, indispensables para que el Banco Central tenga algún margen de intervención en la cotización de la divisa.

En ese punto, no habría que descartar que el Fondo considere que la situación cambió y decida revisar lo comprometido, instancia que en el Gobierno e incluso en la oposición consideran improbable, dado que un derrumbe no sería, en prinicpio, un escenario deseado por el organismo multilateral.