Por qué las mujeres podrían definir las elecciones en Brasil

Sociedad 30 de septiembre de 2022
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La mitad de las mujeres de Brasil dice que no votará a Jair Bolsonaro. Lula da Silva consiguió en la última semana una distancia de 20 puntos sobre Bolsonaro entre las mujeres, lo que representa el 49% de intención de voto para el candidato del Partido de los Trabajadores (PT) ante el 29% del presidente, según la última encuesta de Datafolha

“El voto de las mujeres está en el centro de la disputa porque puede definir la elección en primera vuelta”, dice la periodista Aline Gatto Boueri, colaboradora en Gênero e Número. Para eso, Bolsonaro tiene una estrategia: ir a por el voto de las mujeres evangélicas. Más de un tercio de ellas decía todavía no tener su voto definido, un porcentaje de indecisos muy por encima de los varones evangélicos.

El Ministerio de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos destinó este año el presupuesto más bajo de los últimos cuatro años para combatir la violencia contra las mujeres en Brasil. Los centros de acogida del programa Casa da Mulher Brasileira, creado por el Gobierno de Dilma Rousseff, pasaron de una inversión en 2021 de más de 21 millones reales (más de cuatro millones de euros) a solo un millón, según la investigación de las periodistas Rute Pina y Camila Brandalise, publicada en Universa.

Mucho antes de conocer este escenario, el movimiento feminista ya se había convertido en protagonista de la resistencia a su candidatura. Por medio de Ele Não (Él no, en referencia al presidente), las mujeres organizadas salieron a cuestionar la candidatura de Bolsonaro en 2018. Ya en ese momento, los grupos feministas “habían comprendido el peligro en materia de derechos de las mujeres que se presentaría ante un eventual mandato”, dice Kubík Mano.

Bolsonaro nombró a Damares Alves, una pastora evangélica, como ministra de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos. “Ella tuvo un papel clave en el Gobierno de Bolsonaro”, dice Maria Martha Bruno, directora de Género y Número. “Damares Alves trató de borrar toda la agenda identitaria de género y la reemplazó por una propuesta que contempla solo a las familias heteronormativas”.

Durante su gestión, solo un tercio de la agenda oficial de Alves estuvo dedicada a las mujeres y más del 70% de sus reuniones fueron con hombres, dice la editora de contenidos en Gênero e Número, Maria Martha Bruno, quien junto a un equipo de periodistas investigó más de 2.300 reuniones en la agenda de la exministra.

El papel de Michelle Bolsonaro
La primera dama Michelle Bolsonaro conecta con los mensajes evangélicos. Por eso, ha sido elegida por el presidente como la persona a cargo de conquistar junto a Damares Alves esa porción del electorado. “El papel de la primera dama es el de dialogar con las electoras evangélicas que se resisten a Bolsonaro”, dice Aline Gatto Boueri. Michelle dice que Bolsonaro “sancionó 70 nuevas leyes para proteger a las mujeres”.
Pero solo sumaron 46 proyectos y seis de ellos, que beneficiaban directamente a las mujeres, han sido vetados por el presidente, según publica Estadão.

Pero además, han sido leyes propuestas y aprobadas por el Congreso, donde Bolsonaro solo se limitó a sancionarlas. “La opción era sancionar o vetar”, dice Kubík Mano, y agrega que un ejemplo muy claro ha sido la ayuda de emergencia por la pandemia. “Bolsonaro quería pagar 200 reales. Pero por decisión del Congreso Nacional, la ayuda subió a 600. Los diputados propusieron que las mujeres madres solteras reciban 1.200, el doble. Y así fue. Pero esta no ha sido una propuesta de Bolsonaro, sino del Congreso”.

Brasil es uno de los países con menor cantidad de mujeres con cargos ministeriales del mundo, según el mapa 'Mujeres en la política: 2021', publicado por ONU Mujeres. Las mujeres en Brasil ocupan la cabeza de solo dos de 19 ministerios, lo que equivale al 10,5% del total. Pero la desigualdad de género en la participación política se refleja también en la composición del Congreso.

Brasil aparece ahí también como uno de los países más desiguales en la lista, con solo un 15% de diputadas. Mientras que en el Senado las mujeres solo representan el 12,4% del total. Si bien las mujeres representan el 46% de los miembros de los partidos políticos en el país en 2022, segú datos del Tribunal Superior Electoral, ese dato no significa que tengan un espacio similar en las listas ni en los gobiernos. En el año en que se cumplen 90 años de la conquista del voto femenino en Brasil, solo cuatro de 11 candidatos a presidente y una de cada siete en las candidaturas a gobernador son mujeres, menos del porcentaje registrado en las elecciones de 2018.

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Invisibilización de las mujeres negras
Pero el Gobierno de Brasil no solo está compuesto en su mayoría por varones, sino por varones blancos. Las mujeres negras no tienen ningún tipo de lugar en la actual administración. Ni en puestos de trabajo ni en su agenda de demandas.

La presencia de las mujeres negras en la política sigue siendo un reclamo no solo hacia el espacio que representa el presidente, sino para todo el arco político. “En un país donde tres de cada cinco habitantes son negros, en el primer debate presidencial solo vimos candidatos blancos y periodistas blancos”, dice Aline Gatto Boueri. “Más grave fue la ausencia del debate sobre desigualdad racial, que quedó soslayado a la desigualdad económica”.

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