

La economía de Brasil se expandió mucho más de lo esperado, en un momento en que el presidente Jair Bolsonaro busca impulsar la demanda con recortes de impuestos y mayores ayudas a la población de cara a las elecciones de octubre.
El índice de actividad económica del banco central, un referente del producto interior bruto, aumentó un 1,17% en julio con respecto al mes anterior, superando todas las estimaciones de una encuesta de Bloomberg, que proyectaba una media del 0,40%. Frente al mismo mes del año anterior, la actividad creció un 3,87%, informó el banco el jueves.
La mayor economía de América Latina se está fortaleciendo a pesar de un año y medio de alzas de tasas de interés que han elevado los costos de endeudamiento al 13,75%. Gran parte de la mejora tiene que ver con un paquete gubernamental que incluye recortes de los impuestos a la gasolina y los servicios públicos en julio y mayores ayudas a los sectores de menores recursos a partir de agosto.
Un segundo trimestre mejor de lo esperado y la caída del desempleo también han contribuido a elevar las estimaciones de crecimiento.
La economía sigue siendo el principal punto de atención de los brasileños antes de la primera vuelta de las elecciones presidenciales del 2 de octubre. Aunque la inflación volvió a caer a un solo dígito, los banqueros centrales dirigidos por Roberto Campos Neto han advertido de que sus esfuerzos por controlar los precios al consumidor no han terminado y que esperan una desaceleración más pronunciada.