

La guerra más larga del conflicto entre Israel y Palestina podría estar a punto de terminar. Israel y Hamás anunciaron que habían acordado la primera fase del plan de alto al fuego del presidente Donald Trump: todos los rehenes secuestrados en Israel sean intercambiados por prisioneros palestinos, las tropas israelíes se retirarán y la ayuda humanitaria entrará en Gaza.
El avance, que Trump anunció anoche en redes sociales, se produjo dos años y un día después del ataque terrorista de Hamás contra Israel que desencadenó la ofensiva en Gaza.
Era medianoche en Medio Oriente, pero israelíes y palestinos reaccionaron con emoción.
Los detalles del acuerdo aún no están claros, pero se espera que la liberación de los rehenes que se cree que aún están vivos en Gaza se produzca el domingo, cuando Trump viaje a la región. Los cuerpos de otros serán entregados por etapas.
El plan prevé a cambio la liberación de presos palestinos y de 1700 habitantes de Gaza que han sido detenidos durante la guerra.
Minutos después del anuncio de Trump, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró que reunirá este jueves a su Gobierno para votar el acuerdo y que invitará a Trump a hablar ante el Parlamento.
Hamás confirmó el acuerdo en un comunicado en el que pone el foco en sus dos principales preocupaciones: quién garantiza que Netanyahu no ordenará retomar los bombardeos y hasta dónde se retirarán las tropas. Sobre lo primero insta “al presidente Trump, a los países garantes y a diversas partes árabes, islámicas e internacionales a obligar al Gobierno de ocupación a implementar plenamente los requisitos del acuerdo y no permitirle eludir ni retrasar la implementación de lo acordado”.
Sobre la retirada, la define como “completa”, pero se desconocen aún los mapas del acuerdo e Israel dejó claro que permanecerá en un perímetro a definir. El portavoz del Ministerio de Exteriores de Qatar ha señalado que harán públicos los detalles más adelante.