

Ayer por la tarde, en redes, José Luis Espert anunció su renuncia a la candidatura como primer diputado nacional por la provincia de Buenos Aires por La Libertad Avanza para las elecciones del 26 de octubre.
Fue tras el impacto que provocaron las pruebas de su vínculo con Federico “Fred” Machado, el aportante de campaña que está preso acusado de narco. El fin de semana, Espert fue a Mitre y lloró al aire después de asegurar que seguía siendo candidato.
El Gobierno va a pedir que pase Diego Santilli al primer puesto porque es el candidato inmediato posterior del mismo géneropero hay debate porque antes está Karen Reichardt. Si quieren reimprimir, hay que hacerlo con todas las boletas de PBA y ya no sólo las partidarias, como hubiera sido si no se hubiera aprobado la Boleta Única de Papel. El Poder Judicial definirá si hay tiempo para eso y si lo paga el partido o el Estado.
La negación, y no gestión, de una crisis que se va convierte en algo similar a una bola de nieve, deja abierta oportunidades para que se transforme en una crisis aguda. Pero actuar, tardíamente suele, si sale bien, frenar un proceso de desmejora, y es un costo. El ejemplo de creer que se puede clausurar la crisis unilateralmente, creyendo que aún se controla la agenda pública.
Por otro lado, el juez federal de Neuquén, Gustavo Villanueva, le devolvió a la Corte el expediente del pedido de extradición de Machado. Los aportes no fueron declarados.
La defenestración, desenlace necesario bajo cualquier parámetro lógico, redefine el escenario para la elección que poco a poco dejará de girar en torno al diputado y lo hará, alrededor de la propia figura del Presidente.
Morigera el peligro de un desbarrancamiento electoral. Además, elimina un elemento irritante para la conclusión del rescate por parte de los Estados Unidos.
Sin embargo, el foco iluminará de modo sensible la figura del propio Milei, su porfía en sostener a Espert y una gestión que llega a una instancia de virtual plebiscito en su momento de menor crédito social.
En medio, Macri estuvo en Olivos y dio, como Trump, un apoyo, a cuenta, cuando pasen las elecciones. Alli empezará un camino para colaborar con la Casa Rosada. Es el acuerdo que EE.UU. le exige a Milei, “coalition building”. Macri lo sabe, como todo el sistema político, que lo peor de Milei es de acá hasta el 26.
Una vez más el desplome a la vista.