

Cuando se cumplen dos años del genocidio de Israel en la Franja y con el nuevo plan del presidente de EEUU que ofrece poca esperanzas, la sociedad civil en el mundo se solidariza con la causa palestina.
A punto de cumplirse dos años desde el comienzo de la guerra tras los ataques de Hamás del 7 de octubre, se abrió la posibilidad de un alto el fuego en la Franja con base en un plan del presidente Donald Trump que, sin embargo, no ofrece un futuro a los palestinos que han sobrevivido. Casi la totalidad de los 2 millones de gazatíes han sido desplazados.
Al mismo tiempo, ha causado una gran ola de solidaridad internacional, sin precedentes recientes: desde la flotilla con más de 40 barcos por el Mediterráneo hasta las manifestaciones multitudinarias en muchos países este fin de semana.
Las movilizaciones de múltiples sectores de la sociedad civil, estudiantes, docentes, artistas, etc., pero también de algunos gobiernos e instituciones, han ido en aumento en los pasados dos años, a medida que se confirmaba que había un genocidio en Gaza, como concluyó una comisión internacional independiente de la ONU a mediados de septiembre. Mientras la causa revivioen las calles del mundo, el futuro de los palestinos es cada vez más sombrío.
A ese futuro incierto se suma el plan de Donald Trump que no ofrece muchas esperanzas para el pueblo de Gaza que, cuando termine la guerra, seguiría viviendo bajo el control de Israel y, además, bajo la administración de una nuevo organismo internacional de transición que Trump ha llamado Junta de Paz, presidida por él.
Los expertos José Abu-Tarbush e Isaías Barreñada abordan precisamente ese incierto futuro tras la matanza y el trauma colectivo sufrido por los palestinos, no sólo en la Franja sino también en Cisjordania y en la diáspora.
“Incluso si hubiera un cese el fuego e Israel replegara sus fuerzas hasta donde estaban antes del 7 de octubre, ¿qué futuro hay en Gaza? Ninguno, han destruido toda Gaza”, afirma Abu-Tarbush.
Gaza se reduce hoy a escombros y para limpiarlos se necesita una enorme inversión y un periodo de hasta 15 años. Además de los restos explosivos de guerra y la contaminación causada por más de 700 días de ofensiva a gran escala.
Abu-Tarbush prevé para los gazatíes un “no futuro”, al menos a corto o medio plazo.
A principios de 2025, el Banco Mundial, la ONU y la Unión Europea estimaron que los daños materiales causados por la guerra ascendían a casi 30.000 millones de dólares y serían necesarios más de 53.000 millones de dólares para la reconstrucción de Gaza. Desde entonces, se ha seguido destruyendo la Franja.
Los planes amenazan “la continuidad de la existencia palestina en su propia tierra”, tal y como escriben los autores de Después del genocidio.
A pesar de todo, la causa palestina cuenta ahora con un importante apoyo internacional. Es más que Gaza. Todos los palestinos están conmocionados con el genocidio, pero también están viviendo una convulsión en lo que significa su causa y sus derechos. Gaza seguirá siendo la tierra de los palestinos.