

Los incendios forestales quemaron cerca de 895 mil hectáreas en toda la Unión Europea en lo que va del año, más de cuatro veces el área registrada en el mismo período de 2024, según el Centro Común de Investigación (JRC) de la Comisión Europea.
El área quemada se ha más que duplicado en comparación con el recuento de la semana pasada de 439.568 hectáreas, lo que subraya la rápida propagación de los incendios forestalesen los últimos días.
De acuerdo con la última actualización semanal del JRC, la cifra de este año supera por mucho el promedio de 19 años de 244.000 hectáreas que normalmente se ve a mediados de agosto.
Un total de 1.736 incendios importantes, definidos como de más de 30 hectáreas, se detectó en la UE hasta ahora, en comparación con 1.185 durante el mismo período del año pasado.
El aumento elevó las emisiones estimadas de dióxido de carbono a 31,9 millones de toneladas, casi tres veces más que el año anterior.
De cara al futuro, el pronóstico de peligro de incendios sugiere una mejora de las condiciones en el sur de Europa, incluyendo España, Francia, Italia, los Balcanes y Grecia.
Sin embargo, se prevé que los niveles de riesgo aumenten en el norte y noroeste del continente. Irlanda, el Reino Unido, Bélgica, los Países Bajos, el norte de Alemania, Polonia, Dinamarca y partes de Suecia y Finlandia se enfrentan a anomalías de peligro de incendios de muy altas a muy extremas.
También se pronostican riesgos elevados en la cuenca del Danubio en Austria, Hungría y Rumanía, destaca el informe recogido por la agencia de noticias Xinhua.
De media, se producen más de 60.000 incendios forestales en la UE cada año, quemando unas 500.000 hectáreas, casi el doble de la superficie de Luxemburgo, y causando pérdidas humanas y económicas de unos 2.000 millones de euros . En medio de la ola de calor, después de que España informara más de mil muertos por razones climáticas, el área quemada se duplicó en comparación al recuento de la semana pasada, lo que muestra la rápida propagación de los incendios forestales en los últimos días. En solo 24 horas, las llamas arrasaron 38.000 hectáreas, casi la misma superficie que en todo 2024. Las regiones más afectadas fueron Extremadura, Galicia y Castilla y León, donde se cortaron calles, se interrumpieron servicios ferroviarios y se bloqueó un tramo de 50 kilómetros del Camino de Santiago.
Se trató de uno de los episodios más prolongados en las últimas cinco décadas y tuvo consecuencias directas en la salud y en el territorio.