

Durante las obras de construcción de la futura estación Plaza Venecia del metro de Roma han salido a la luz diversas estructuras de época romana y medieval.
Como parte del ambicioso proyecto de construcción de la estación de Plaza Venecia de la línea C del metro de Roma, los trabajos han sacado a la luz restos arqueológicos de época romana y medieval entre los que destacan un complejo habitacional de varios pisos y antiguos hornos de cal.
En un comunicado, el Ministerio de Cultura de Italia ha informado de que los restos de época romana corresponden a estructuras residenciales y comerciales datadas entre el final de la República y el inicio del Imperio y que, según los arqueólogos, podrían tratarse de insulae, las viviendas de pisos de las clases populares.
Durante las excavaciones también se han identificado varios hornos medievales, utilizados para transformar el mármol en cal viva, que estaban ubicados en el límite de la Vía Flaminia para facilitar el transporte de los bloques de este mineral. Una vez más, la construcción de una estación de metro permite redescubrir el pasado de la ciudad.
Las estructuras romanas estaban situadas cerca del inicio de la antigua Vía Flaminia, cuyo trazado se aprovechó durante la Edad Media: en esa época, la calzada ya no estaba hecha de adoquines, sino de varias capas de tierra batida que se superpusieron con el tiempo y se renovaban cuando se iban deteriorado".
Para la responsable científica de la excavación, Marta Baumgartner, arqueóloga de la Superintendencia, "el descubrimiento de estructuras vivas de época romana representa una extraordinaria oportunidad para conocer la topografía histórica del centro de Roma. Estos restos, que pueden remontarse a edificios residenciales de época imperial, contribuyen a enriquecer el entramado urbano de la zona insertando los grandes monumentos conocidos en el tejido residencial".
La futura estación representa uno de los mayores desafíos de ingeniería de la línea C del metro de la capital, ya que estará situada a unos 45 metros de profundidad y dispondrá de muros de contención que alcanzarán los 85 metros de espesor. A todo ello hay que añadir los trabajos derivados de la excavación arqueológica que complicarán aún más las tareas de construcción, que se alargarán hasta 2030.
De todos modos, las autoridades han previsto que estos hallazgos arqueológicos sean integrados en el diseño de la estación para poder ser exhibidos al público una vez que el proyecto esté completamente terminado.
En el caso de Roma, todos los trabajos construcción que se han llevado a cabo en las distintas épocas, incluidos los edificios modernos que fueron demolidos para la ampliación de la plaza Venecia entre los siglos XIX y XX, han incorporado todas las estructuras anteriores que han ido saliendo a la luz durante los trabajos de edificación, lo que ha provocado un complicado trabajo de interpretación arqueológica.
Sin embargo, los arqueólogos aseguran que "solo los trabajos de excavación, el análisis y el estudio pormenorizado de todos estos hallazgos permitirán tener una visión completa de los descubrimientos", que, en una ciudad milenaria como Roma, seguro que no serán los últimos.