

La Cumbre de Presidentes del Mercosur comenzó este miércoles en Buenos Aires con una agenda centrada en la apertura comercial y la profundización de la integración regional.
Pero el clima que rodea al encuentro no será armónico. El presidente Javier Milei será anfitrión formal este jueves de sus pares del bloque en el Palacio San Martín, en un contexto atravesado por tensiones diplomáticas, una relación fría con Brasil y un condimento extra, la visita de Lula da Silva a Cristina, autorizada por la Justicia para recibirlo en su departamento de Constitución, donde cumple prisión domiciliaria.
El eventual reencuentro entre Lula y Cristina amenaza con opacar el foro regional y devolverle centralidad a la líder del peronismo en un momento en que el gobierno busca capitalizar el cierre de su presidencia pro tempore con un mensaje aperturista y de reformas.
Durante el año que Argentina estuvo al frente del bloque, el gobierno de Milei bajó el tono a sus críticas más duras y optó por una estrategia más pragmática. Las amenazas de ruptura, que marcaron sus primeros meses de gestión, fueron descartadas, y las menciones públicas a Lula se redujeron. Aunque la relación entre ambos presidentes sigue siendo hostil, el vínculo institucional con Brasil, principal socio comercial de la Argentina, se mantuvo activo en áreas estratégicas como la energía. El gobierno argentino apuesta, por ejemplo, a abastecer el polo industrial de San Pablo con gas natural de Vaca Muerta, un plan que requiere cooperación fluida con el país vecino.
Luiz Inacio Lula da Silva, visitará por la tarde a Cristina Fernández de Kirchner, quien cumple prisión domiciliaria en su departamento del barrio de Constitución tras la condena a 6 años de cárcel por la causa Vialidad. Tras la autorización judicial, se acercará al domicilio de San José 1111, una vez que finalice la cumbre. El presidente del Tribunal Oral Federal 2 Jorge Gorini autorizó que Lula Da Silva se reúna en el departamento donde la ex mandataria cumple prisión domiciliaria tras ser condenada por la causa Vialidad.
La visita deberá cumplirse con la regla impuesta cuando se otorgó arresto domiciliario a la expresidenta, relativa a “abstenerse de adoptar perturbar la tranquilidad del vecindario comportamientos que puedan y/o alterar la convivencia pacífica de sus habitantes”, según la resolución.