Un nuevo estudio publicado en Science Advances sugiere que Venus, lejos de ser un mundo geológicamente muerto, podría experimentar actividad tectónica en la actualidad..
La investigación fue liderada por la científica Anna Gülcher, de la Universidad de Berna (Suiza), quien junto a su equipo analizó datos recolectados por la misión Magallanes de la NASA en la década del 90.
Gracias a simulaciones por computadora, el equipo pudo predecir cómo se deformaría la corteza de Venus ante el ascenso de columnas de material caliente desde el manto.
Las simulaciones coincidieron con datos reales de la topografía y la gravedad del planeta, lo que permitió identificar signos de actividad tectónica debajo de 52 estructuras circulares llamadas coronas, que podrían formarse por procesos similares a la subducción terrestre, aunque Venus no posee placas tectónicas.
Estas formaciones, sin equivalentes en la Tierra, serían claves para entender la evolución geológica del planeta. Además, el hallazgo abre nuevas expectativas para misiones futuras como VERITAS, que estudiará Venus con mucho mayor nivel de detalle.
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