Trump quiere cancelar todos los contratos del Gobierno de EE.UU. con Harvard

El mundoEl martes
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Una carta dirigida a las agencias federales a la que tuvo acceso The New York Times, llama a cancelar contratos por unos US$100 millones. El objetivo es cortar los últimos lazos del Gobierno con la universidad.

Según publica Times este martes, la administración Trump se dispone a cancelar los contratos restantes con la Universidad de Harvard, por un valor estimado de 100 millones de dólares, según una carta que será enviada a las agencias federales. En ella, también se insta a los organismos a “buscar proveedores alternativos” para futuros servicios.

Los nuevos recortes, detallados en un borrador de la misiva al que ha tenido acceso The New York Times, representan lo que un alto cargo del Gobierno describió como una ruptura total de la relación histórica entre el Ejecutivo federal y Harvard.

Desde el mes pasado, la administración congeló unos 3.200 millones de dólares en subvenciones y contratos con Harvard, según cálculos del diario neoyorquino, además de haber ordenado bloquear su capacidad para matricular estudiantes internacionales.

La carta, emitida por la Administración de Servicios Generales, será entregada este martes por la mañana a las agencias. El documento ordena responder antes del 6 de junio con una lista de contratos a cancelar. Aquellos contratos considerados críticos no se rescindirán de inmediato, pero sí se transferirán gradualmente a otros proveedores, según explica la carta, firmada por Josh Gruenbaum, comisionado del Servicio Federal de Adquisiciones de la GSA, organismo encargado de gestionar las compras del Gobierno.

Entre los ejemplos figura un contrato de 49.858 dólares con los Institutos Nacionales de Salud para investigar los efectos del consumo de café, y otro de 25.800 dólares con el Departamento de Seguridad Nacional para programas de formación para altos ejecutivos. Algunos de estos contratos ya estarían sujetos a órdenes de suspensión.

Bajo la excusa del antisemitismo y del rechazo a las políticas de diversidad de género y orientación sexual, se ha enfrentado con la universidad más antigua del país, que resiste las amenazas y los recortes económicos.

Después de que la semana pasada la Casa Blanca decretara el bloqueo de las matrículas de estudiantes extranjeros, la medida fue recurrida por Harvard y fue suspendida cautelarmente por un juez de Boston.

Trump asegura que cerca del 31% del alumnado de Harvard es extranjero y cuestiona por qué Estados Unidos debería financiar su formación cuando, según él, sus países de origen no lo hacen. Por su parte, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, también ha afirmado que la universidad se niega a entregar la documentación solicitada sobre los estudiantes.

Para recuperar la certificación de su programa para alumnos internacionales, la Administración Trump dio a Harvard un ultimátum para entregar seis categorías de información sobre los estudiantes extranjeros de los últimos cinco años. Entre los datos reclamados por el Gobierno se incluyen expedientes disciplinarios y grabaciones de video de aquellos que participaron en protestas, información que, por el momento, la universidad no ha entregado.

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