

De tumbas milenarias a acantilados. La reciente incorporación de estos destinos a la lista oficial del organismo destaca la variedad de paisajes y expresiones culturales reconocidas este año. Desde sepulcros excavados hasta relieves antiguos sobre roca, cada sitio revela un vínculo profundo entre distintas civilizaciones y el entorno que habitaron.
Maravillas naturales como el parque nacional Peruaçu en Brasil, ruinas antiguas entre las que destacan los yacimientos minoicos de Creta y edificios históricos extraordinariamente conservados como el complejo monumental de Kiep Bac (Vietnam).
La Unesco inscribe 26 nuevos sitios como como bienes culturales y naturales en su lista de patrimonio mundial. El organismo cultural de la ONU, en la 47ª reunión del Comité del Patrimonio Mundial celebrada en París, publicó las nuevas incorporaciones.
Con estas, son ya 1.248 lugares significativos en 170 países a los que da su sello oficial a enclaves “de todo el mundo considerados de valor excepcional para la humanidad”.
El comité inscribió nuevos lugares en África, Asia, Europa, Oceanía, América Latina y el Caribe. Todos ellos tienen un valor universal excepcional y cumplen al menos uno de los diez criterios de selección, como ser una obra maestra del genio creativo humano o un área natural de belleza excepcional.
Casi un tercio de los sitios tienen vínculos con la Prehistoria. “A menudo frágil, este patrimonio desempeña un papel fundamental en la compresión de la humanidad y de las sociedades modernas”, afirma la Unesco sobre estas zonas.
En Bretaña, Francia, se encuentran los megalitos de Carnac y de las costas de Morbihan, miles de losas de granito talladas a mano que se colocaron cerca de la costa sudoeste de la región, alrededor del 3300 antes de Cristo. Otro ejemplo es la ruta Wixárika por los sitios sagrados hasta Wiricuta, que recorre sitios y paisajes sagrados fundamentales para las prácticas espirituales y culturales de los pueblos indígenas wixárika. Se extiende a lo largo de más de 500 kilómetros en cinco Estados del centro-norte de México.
Otros dos lugares incluidos en la lista, uno del siglo XVII y otro del XIX, son el conjunto arqueológico de Port Royal, en Jamaica, y los castillos del monarca Luis II de Baviera.
El primero, fundado por los españoles en 1494, pero capturado por el Reino Unido en 1655 y destruido, en gran parte, por un terremoto en 1692, es recordado como “la ciudad más perversa de la tierra”. Pero a pesar de su reputación, fue un antiguo nido de piratas, este lugar, situado en la entrada del puerto de Kingston, ha logrado entrar en la lista de la Unesco porque sus restos terrestres y submarinos ofrecen una perspectiva excepcional de la vida colonial urbana en el Caribe.
Los segundos, los palacios, forman parte de las construcciones rurales independientes que Luis II mandó construir entre 1864 y 1886: Neuschwanstein, Linderhof, Schachen y Herrenchiemsee. A pesar de que los cuatro forman parte de la nueva lista de la Unesco, es el primero el que se ha convertido en icono de la región.
La inscripción de varios sitios ha sido promovida directamente por las comunidades locales, que protegen el patrimonio vinculado a estos lugares con el apoyo de las autoridades nacionales. Es el caso, por ejemplo, del complejo Gola-Tiwai, de Sierra Leona, país que por primera vez se une a la lista de patrimonio de la Unesco.
La zona, un punto clave para la biodiversidad, es el hogar de 1.000 especies de plantas, 448 tipos de aves y 55 mamíferos, incluidos el elefante africano de bosque y el hipopótamo pigmeo, en peligro de extinción.
En la isla de Cerdeña, bajo la superficie de la tierra, se extiende uno de los conjuntos funerarios más extensos del Mediterráneo occidental. Las domus de janas, o “casas de las hadas” según la tradición local, son miles de sepulcros excavados en la roca entre los milenios V y III a.C. Reflejan la evolución de las primeras sociedades sardas, con cámaras complejas, motivos simbólicos tallados y una arquitectura que sugiere un vínculo espiritualprofundo entre los vivos y sus ancestros.