

Ganaron los 4 oficialismos. Las sorpresas fueron el triunfo de LLA en la capital de Salta Capital, la diferencia que le sacó el frente de Poggi al de Alberto Rodríguez Saa en San Luis y el previsible derrumbe del peronismo en el norte argentino. Hubo baja participación en las provincias que votaron al igual que en la de Santa Fe hace un mes. Parece que va a ser una constante en todo el año.
Los cuatro gobernadores cercanos a la Casa Rosada, Gustavo Sáenz de Salta, Leandro Zdero de Chaco, Carlos Sadir de Jujuy y Claudio Poggi de San Luis, se impusieron en las elecciones provinciales de este fin de semana. La sorpresa fue el resultado que obtuvo La Libertad Avanza en la capital salteña, un resultado que entusiasma hacia octubre.
Las victorias oficialistas se vieron favorecidas por un peronismo que no pudo resolver sus internas, ni en los distritos intervenidos.
En la capital de Salta, La Libertad Avanza obtuvo un triunfo con lista propia y dejó segundo al oficialismo de Gustavo Sáenz. Pero, la alianza del gobernador ganó 11 de las 12 bancas del Senado y 20 de las 30 de Diputados que estaban en juego. Mal resultado para el peronismo provincial, intervenido.
En Jujuy el gobernador radical Carlos Sadir plebiscitó su gestión y su Frente Jujuy Crece obtuvo el 39%; LLA quedó segundo con un 19% y el Frente Justicialista sacó el 11%, también intervenido.
En Chaco, la alianza oficialista entre la UCR y LLA ganó las legislativas y relegó al segundo puesto al peronismo, encolumnado detrás del exgobernador Jorge Capitanich.
El espacio del gobernador de San Luis, Claudio Poggi, se ubicó primero y bien lejos del segundo, que es el espacio de Alberto Rodríguez Saá. Más lejos todavía, la lista libertaria.
Lo que se advierte es una marcada tendencia de los electores a no votar. En 2001, año de fuerte crisis de representación, el vector fue el “voto bronca”. Ahora es un paso más hacia la indiferencia, ello es escasa o nula confianza en el sistema.