Quienes en viajaron al exterior en las vacaciones de invierno, reservaron servicios turísticos en webs de afuera o usaron el sistema de compras internacionales "puerta a puerta" tendrán que pagar la cuenta por todos esos gastos en moneda extranjera realizados con la tarjeta de crédito.
Como el cepo sigue vigente, saldar esa deuda de la manera convencional podría resultar un mal negocio porque el banco liquida los consumos de manera automática aplicando la llamada cotización "turista" o "tarjeta". Ese tipo de cambio es el más caro del mercado, debido a que incluye un recargo del 60% sobre el valor oficial.
Cualquiera puede evitarlo si recurre a una operatoria que permite dejar saldados los gastos en moneda extranjera sacrificando menos pesos. Consiste en no pagar con pesos el saldo en dólares del resumen, sino hacerlo con dólares propios comprados por otra vía, a un precio menor.
Si alguien ahora recibiera un resumen con US$ 1.000 de consumos, al "dólar turista" actual, representaría cerca de $1.520.000. A la cotización oficial de $950 se le agrega un recargo del 30% por el impuesto PAIS y otro 30% de una percepción a cuenta de Ganancias o Bienes Personales. Los gastos se pesifican a un costo total aproximado de $1.520 por dólar.
En cambio, en caso de cubrir la deuda con dólares, el mercado ofrece opciones para conseguir las divisas pagando cerca de $1.300 cada uno con la modalidad Dólar Bolsa MEP o unos $1.410 en el mercado informal.
Recurrir al MEP le permite pagar por US$1.000 de consumos $1.300.000, en vez de $1.520.000. Es decir más de $200.000 menos. Un ahorro de casi 15%.
La clave es que el "dólar turista", con su recargo del 60%, se aplica únicamente cuando un consumidor paga con pesos el saldo en dólares de su resumen de tarjeta de crédito.
En cambio, si opta por abonar esos consumos entregando dólares que ya tenga en su caja de ahorro o que deposite antes del vencimiento de la liquidación, no corresponden los recargos por no haber una operación cambiaria involucrada.
Igualmente, la cuestión tiene su complicación y suele generar dudas. Primero, porque el resumen se elabora suponiendo que el saldo en dólares se pesificará. Entonces, los dos recargos del "dólar tarjeta", que se liquidan en pesos, aparecen ya incluidos en el total en pesos a abonar.
La segunda dificultad es que muchos usuarios tienen programado el débito automático de la tarjeta, ya sea por el pago total o por el pago mínimo, lo cual se activará el día del vencimiento suponiendo la pesificación.
Entonces, antes de pagar con dólares el saldo en dólares, habrá que ocuparse de frenar el débito automático. Y luego abonar la parte de los pesos descontando los recargos.
Los bancos advierten que la opción de pagar en dólares sólo está disponible hasta la fecha de vencimiento de cada resumen.
Entonces se debe pedir un stop debit. y solicitar al banco que por esta vez no aplique el débito automático. Se puede hacer online, por teléfono o por otros medios, y será clave para evitar cobros duplicados.
Pagar el saldo en dólares con dólares. Muchos bancos permiten hacerlo por home banking o en las máquinas de autoservicio con fondos de la propia caja de ahorro en dólares. También es posible llevar los dólares en efectivo a una sucursal.
Pagar el saldo en pesos con pesos. Se puede hacer online o yendo al banco. Pero en este caso, en vez de abonar el total de pesos que aparece en la liquidación, se podrá restarle a esa suma los recargos identificados como "Impuesto PAIS" (30%) y como "Percepción RG 4815" o "RG 5463" (30%).
De este modo, ambos recargos podrán dejarse impagos sin que eso genere intereses. La otra opción es abonarlos: en tal caso, el dinero debería ser devuelto luego o quedar a favorpara el resumen siguiente.
Una posible desventaja de no pesificar es que el consumidor perderá la posibilidad de recuperar una parte de lo abonado. Sucede que, si los consumos en dólares se pesifican, quien haga un trámite ante la AFIP podrá más adelante descontar de sus impuestos o cobrar como un reintegro la percepción del 30% (no el impuesto PAIS).
Entonces, cuando recupere ese 30%, cada dólar se habrá pagado a un valor final cercano a $1.235 (oficial + 30%), costo hoy algo menor al del MEP y el blue.
Ahora bien, el problema es que el dinero devuelto por la percepción del 30% regresará al bolsillo recién en 2025, y sin actualización por inflación. Por lo tanto, cuando los montos se recuperen, su poder adquisitivo podría resultar menor al actual.
En los últimos dos meses, se duplicaron los gastos con tarjeta en dólares, lo cual contribuye a generar mayor presión en las reservas del Banco Central (BCRA).
Según los datos del Central, durante el primer semestre, se pagaron 3.440 millones de dólares dentro del rubro “viajes, pasajes y otros pagos con tarjeta” y entraron por el mismo ítem 1.300 millones, es decir, hubo una salida neta de divisas de 2.140 millones. Es un rubro que incluye las suscripciones a plataformas de streaming que facturan sus servicios en dólares.