

Las criptomonedas superan el 14% en las últimas 24hs, encabezadas por SUI, Stellar y Ripple. Este lunes se inicia la criptoweek en EEUU con la votación de leyes clave para la industria.
El bitcoin tocó el nivel de 120,000 dólares por primera vez este lunes, marcando un hito para la criptodivisa más grande del mundo. Marcó un máximo histórico de 121,207.55 dólares en la sesión asiática de este lunes, antes de retroceder ligeramente para cotizar un 1.6% más a 121,015.42 dólares.
Jeff Mei, director de operaciones de la plataforma de criptomonedas BTSE, atribuye el repunte al ingreso sostenido de capital institucional con una visión de largo plazo. Sin embargo, advierte que las tensiones comerciales impulsadas por el presidente Donald Trump podrían provocar correcciones en el corto plazo, aunque estima que estos riesgos ya están contemplados por los grandes jugadores del mercado.
El mercado también sigue de cerca los avances en el Congreso de Estados Unidos, donde se inicia la discusión de tres proyectos de ley que podrían establecer un marco normativo más definido para los activos digitales. Las iniciativas, que cuentan con el respaldo del presidente Trump, buscan consolidar un entorno legal más claro y favorable para la industria.
El lema es la Cripto Week. La principal iniciativa es la Ley Clarity, que propone trasladar la supervisión de las criptomonedas desde la SEC hacia la CFTC y eliminar gradualmente el denominado Howey Test. El objetivo es brindar un marco más flexible para blockchains maduras. Sus defensores aseguran que esto impulsará la innovación; sus detractores, en cambio, la ven como una puerta trasera para tokens que no cumplirían la normativa actual.
La Ley Genius, por su parte, apunta a regular con mayor precisión las stablecoins. Exige respaldo en reservas líquidas, fija criterios para los emisores y los somete a los estándares de la Ley de Secreto Bancario.
Finalmente, la Anti-CBDC Surveillance State Act busca bloquear el desarrollo de un dólar digital por parte de la Reserva Federal, invocando preocupaciones sobre privacidad y control estatal. Las criptomonedas vuelven a estar en el centro del debate político en Washington, ya no como una amenaza, sino como una clase de activo que podría merecer un tratamiento regulatorio de nivel institucional.