

Un artículo de National Geographic sobre Córdoba y las islas de calor urbano, destaca que la ciudad sufre un fenómeno de isla de calor, con temperaturas más altas en el centro urbano que en sus alrededores, alcanzando hasta 10 grados más.
Un estudio científico realizado en Córdoba demostró que se elevó la temperatura en Capital y que hay zonas que mantienen la diferencia térmica incluso a la noche. También se detectó,en áreas muy densas, una “isla fría” en invierno.
Este fenómeno se agrava con el crecimiento urbano y la falta de áreas verdes, y tiene consecuencias tanto para la salud como para el medio ambiente.
Una isla de calor urbana (ICU) es un área metropolitana que experimenta temperaturas más altas que las zonas circundantes. En Córdoba, este fenómeno se debe a la sustitución de la vegetación natural por materiales como el cemento y el asfalto, que absorben y retienen más calor.
Las consecuencias son el aumento de la temperatura, la ciudad puede experimentar temperaturas más altas, afectando la calidad de vida, especialmente durante las olas de calor.
Las altas temperaturas pueden agravar problemas de salud preexistentes y aumentar el riesgo de enfermedades relacionadas con el calor, como golpes de calor e insolación.
Además llevan a un mayor consumo de energía para la refrigeración, lo que a su vez aumenta las emisiones de gases de efecto invernadero y agrava el cambio climático.
Las islas de calor pueden contribuir al aumento de la contaminación atmosférica, ya que el calor puede atrapar contaminantes y empeorar la calidad del aire. Los barrios más vulnerables suelen ser los que más sufren los efectos de la isla de calor, ya que a menudo carecen de espacios verdes y tienen menos recursos para hacer frente al calor.
La ciudad de Córdoba tiene una isla de calor que, en promedio, subió su temperatura 1,4 grados en los últimos 20 años. A su vez, una mancha que abarca casi toda el área central y se extiende hacia el noroeste presenta este fenómeno de calentamiento tanto de día de como de noche y en algunos meses, en sectores muy densos como Nueva Córdoba o General Paz, la diferencia térmica excede los 4 grados en comparación con áreas más alejadas, con más espacios verdes, en la propia ciudad.
A su vez, en estos mismos sectores, se verifica en los meses de invierno una “isla fría”: temperaturas más bajas que en la periferia durante el día, un fenómeno que extrema la amplitud térmica en estas zonas como consecuencia de la sombra de los edificios y la falta de verde.
Estos son algunas de las conclusiones de una serie de estudios de un equipo de investigación del Conicet en el Instituto de Investigaciones Biológicas y Tecnológicas (IIBYT) de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) con apoyo de National Geographic.