Inflación en dólares y salarios en pesos, la nueva economía en la era Milei

El País 08 de mayo de 2024
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A casi cinco meses de gestión de Javier Milei, el proyecto comienza a sincerarse: resultados y límites de su política económica, sacrificios que seguirá imponiendo, el conflicto social que produce y un sistema político que termina estallado y con necesidad de reseteo.

El Gobierno festeja por anticipado la inflación de un dígito en abril. Hay que reconocerle que llegó más rápidamente que lo esperado por la práctica la totalidad de los analistas tras el 25% provocado en diciembre por el fogonazo devaluatorio con el que se presentó en sociedad.

Si se compara la evolución de los precios internos contra el incremento en el valor del dólar financiero, para tomar una referencia, desde el 10 de diciembre a la actualidad es posible evidenciar un significativo encarecimiento de los precios de los bienes locales medidos en moneda extranjera. Esto quiere decir que cada vez se necesitan gastar más dólares para comprar los mismos bienes.

Si bien en términos de servicios tales como transporte, tarifas, alquileres y demás bienes no transables, aquellos que no pueden exportarse, los precios están por debajo de los estándares internacionales, en los productos más elementales como alimentos, combustible y ropa, los valores están muy similares a los reflejados en Europa y Estados Unidos. 

Entre diciembre del año pasado y abril, la inflación (tomando la inflación de abril como un promedio de lo que relevan diferentes consultoras) se ubicó en torno al 108% mientras que el dólar utilizado para transacciones financieras con el exterior y al cual liquidan el 20% de las exportaciones, aumentó un 13%. Es decir que, en términos generales, el IPC arrojó una inflación en dólares del 85% en tan solo cinco meses. 

El deterioro de los ingresos generales causa estragos en la actividad económica.

Según el Estimador de Actividad Económica (EsAE) elaborado por la consultora Eco Go, la caída del producto mensual en marzo fue de 10% interanual, un número muy similar al de la pandemia.

La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) registró una caída del 12,6% en las ventas minoristas Pyme respecto de marzo del 2023. En lo que va del año, el desplome ronda el 22%.

El último dato publicado por el INDEC sobre la utilización de la capacidad instalada se ubica en torno al 57,6%, casi 8 puntos por debajo del mismo mes del año pasado.

En este punto es preciso preguntarse cuáles serían los drivers de una potencial recuperación de la economía.

Si vos miramos el RIPTE, remuneración promedio estable, se observa que el salario recuperó un poco, obviamente no lo que cayó. Ahora con una inflación baja bastante rápido, en gran parte por la recesión y con una normalización de los precios importados, es posible tener algo de recuperación en el salario real. La apuesta va a ser que la apreciación cambiaria sea uno de los vehículos para recuperar salario en dólares. Otra de las apuestas es la vuelta del crédito con la baja de las tasas de interés.

Se mezclan dos situaciones que juntas componen un panorama difícil: precios altos o encareciéndose en dólares y salarios bajos, no sólo en dólares sino en relación con los precios internos.

Hay muchas restricciones a la competencia, sobre todo a los productos importados. Además, el impuesto PAIS subió del 7,5% al 17,5% con lo cual todo lo importado se encareció.

Esta situación erosiona la competitividad respecto del mundo ya que si un bien producido vale más que un bien producido en otro país, las compras del resto del mundo a la Argentina se verán reducidas y las ventas del resto del mundo a la Argentina aumentarán. Esto generaría un potencial déficit comercial que actualmente no se está experimentando a causa del cepo y la alta recesión, casi nula necesidad de importar bienes, dado el bajo consumo.

Entendiendo que el gobierno de Javier Milei tiene como objetivo levantar el cepo, esta situación de desequilibrio en la balanza comercial podría hacerse presente una vez que esto suceda. 

La manera de revertir esto es creciendo y para crecer hay que liberar el cepo para que vengan inversiones y mostrar buenos resultados en lo fiscal y en la acumulación de reservas.

La pregunta que volvemos a plantear es hasta cuándo soportará la economía argentina.

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