El dengue en Argentina

Sociedad 04 de abril de 2024
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Hace rato que lo urgente no permite ver lo importante en nuestro país. Cada vez es más evidente. Sobre todo por el cambio de época y más aún con un gobierno y presidente que no da una tregua.

Todos los días Argentina se despierta con una urgencia que nos impacta y distrae de lo importante. El sendero, hacer eficiente el Estado, no era, desfinanciar comedores, el CONICET, las universidades públicas, los parques nacionales o el servicio meteorológico.

Cierran el Salón de las Mujeres el 8 de marzo, acusando de de asesinas a las mujeres que abortan legalmente, o lanzan un video, qué pasó sin pena ni gloria, con la hipótesis de los dos demonios el 24 de marzo. Otra mañana proponen utilizar las fuerzas armadas para delitos internos. Y la vice desautoriza tamaño disparate.

Una de estas urgencias, quizás la más palpable, anunciada desde hace meses, es el dengue. Cada vez más personas y más zonas afectadas y los hospitales explotados de pacientes. Este año el ataque del dengue está siendo feroz. Por primera vez en Argentina la gente muere por una enfermedad que hace unos años pensábamos que era un problema de nuestros países vecinos. 

Lo urgente es preguntarse qué está haciendo el gobierno para abordar este problema. Esto se discute bastante y la respuesta es simple: nada. Pero qué podemos esperar de un gobierno que no cree ni en las políticas, ni en el Estado.

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Brasil está vacunando a su población. En Argentina, Anmat ya autorizó la vacuna Qdenga, del laboratorio japonés Takeda, y hay una vacuna nacional bien avanzada. No queda otra entonces que comprar mucho repelente. ¿Será que están intentando promover este mercado, incentivar esta industria, al menos una, en medio de la tremenda recesión que vivimos? No queda claro tampoco cuál sería la idea para los que no tienen dinero para comprar.

Quedan sometidos a ley de la oferta y la demanda, que de todos modos no pareciera estar funcionando, ya que hay faltante aún para los que pueden pagar. Paradojas de un país con mercado sin oferta en plena recesión.

Pero además hay una cuestión que deberíamos estar discutiendo. El cambio climático ya está impactando en Argentina, tal cual prevén los investigadores desde hace años. La pregunta es: ¿estamos haciendo lo suficiente para enfrentarlo? 

Hasta ahora, la respuesta fue culpar a los países ricos por el cambio climático, aunque este gobierno introdujo una innovación: la negación. Sin embargo, esto claramente no es suficiente para hacer frente a las consecuencias del cambio climático.

Una de las consecuencias del cambio climático es la mayor inestabilidad y los eventos climáticos nuevos y abruptos. En Argentina venimos experimentando varios: sequías prolongadas, especialmente en las provincias del centro y noroeste; inundaciones, olas de calor, incendios forestales. Con toda esta evidencia, ya deberíamos estar pensando en escenarios a futuro, y en nuestras estrategias para enfrentar lo que se viene. Si lo hubiéramos hecho, no estaríamos donde estamos con el dengue. Lo que está pasando este verano no es aleatorio, es una consecuencia del cambio climático que está trayendo mayores temperaturas y humedad en nuestro país.  

Si no tomamos en serio estos cambios y empezamos a actuar en consecuencia, también nuestras principales actividades económicas centrales estarán en problemas. Por ejemplo, el sector agrícola es uno de los más vulnerables al clima. Ya ha estado afectado en los últimos años por eventos climáticos y muy probablemente lo estará más. La sequía en 2022 hizo que los principales cultivos sufrieran pérdidas de hasta 50%; que la actividad agrícola cayera 27% y la economía en general, 1,6%. Se estima que estas pérdidas impactaron tanto en la economía que el PBI se redujo en 3% en 2023. La aparición de la sequía se explica por el fenómeno climático recurrente llamado la Niña, pero la magnitud que adoptó en 2022 en Argentina es atribuible al cambio climático.

Los cambios en la economía global son incipientes en algunos sectores. El mercado de vehículos eléctricos aumentó un 40% en 2020.  Entre 2010 y 2019, las ventas de alimentos orgánicos aumentaron en más del 60%.

El JP Morgan está calculando el riesgo país en función de cuánto los países se están anticipando y empezando las transformaciones necesarias para enfrentar los riesgos del cambio climático a futuro.

Lamentablemente, casi toda la discusión en Argentina se limita en lo urgente, en este caso en la falta de respuesta del gobierno al problema del dengue.

El riesgo es que las urgencias del futuro van a ser peores, si no atendemos los temas importantes de hoy. 

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