La primera buena noticia del Gobierno: todavía no hay medidas

El País 11 de diciembre de 2023
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El discurso inaugural de la presidencia de Javier Milei ratificó lo que se preveía, pero faltan precisiones de cómo se ejecutará el ajuste y si lo podrá aplicar sin marchas atrás por eventuales rechazos en el Congreso, en las calles o en la Justicia.

El presidente adelantó que los próximos meses serán de “estanflación”, una peligrosa combinación de recesión económica e inflación creciente. Milei argumentó que sus medidas de shock son para evitar una hiperinflación, que planteó en 15.000%. Ni el mas pesimista podría inventar semejante dato.

Son exageraciones en su diagnóstico en particular sobre hiperinflación o endeudamiento, para justificar recortes, que afectarán sobre todo a la clase media, no tanto al Estado en sí. Milei no mencionó a la casta en su discurso. 

Puso en el centro de la escena las restricciones de la economía, partiendo de un escenario delicado. Se plantea la necesidad de un shock fiscal y monetario. Esto es reducir rápido el déficit fiscal y terminar con la maquinita del Banco Central para asistir al Tesoro. Son condiciones básicas necesarias para anclar expectativas y terminar con la inflación en el mediano plazo. En el corto, Milei admite que subirá por la necesaria corrección de precios relativos: dólar, tarifas, combustible, alimentos, entre otros.

Las preguntas ahora vienen por las medidas, los detalles, por la gobernabilidad para llevarlas adelante. Y la gobernabilidad no sólo es el apoyo político en el Congreso, que es relevante, sino también cómo va a gestionar la conflictividad social.

Va a ser un ajuste muy fuerte que va a recaer, no solo sobre el Estado, porque ya no tanta capacidad de ajustarlo, sino sobre la sociedad. La inflación ya hizo el resto. Y aun falta. Entre las exageraciones figura su alerta de una hiperinflación del 15.000% anual, tres veces más que con Raúl Alfonsín en 1989.

Milei trata de capturar el desencanto del electorado con la vida pública para redirigirlo hacia la élite. Con esa lógica se construye un enemigo. Recuerdos kirchneristas. Milei lo viene haciendo: el enemigo es la casta, un sujeto de fisonomía variable, porque está formado por aquellos que se oponen a los objetivos de la nueva administración. “No preguntamos de dónde vienen, sino hacia dónde quieren ir”, dijo ayer al pasar. Y que no perseguirá a nadie.

El enemigo es el pasado que se condensa  en lo mas reciente. Contra ese adversario se libra la batalla del ajuste. Aquí estuvo el corazón del discurso de Milei, que exhibió una enorme y acertada virtud: se enfocó en lo central: hay que realizar una tarea dolorosa de ordenamiento, después de la cual la Argentina recuperará su historia de progreso.

Por supuesto Milei insistió en terminar con las Leliqs, Letras de Liquidez, que es deuda del Banco Central a los bancos, que a su vez prestan con el dinero de los plazos fijos de los ahorristas, sin decir cómo. Pero más allá de cómo lo haga, no queda claro con qué instrumento de política monetaria pretenderán las nuevas autoridades que los argentinos se queden en pesos y no huyan al dólar agravando el problema cambiario y de precios.  

Otro interrogante es su propuesta de atacar la inflación con más inflación. Es sabido que inflaciones de la magnitud que tiene la Argentina requieren terapias de shock que consisten en establecer un nuevo esquema de precios relativos que inmediatamente de definidos se congelan. En el planteo de Milei no hay más propuesta que los precios sigan volando y se acomoden solos en función del poder de mercado de los distintos actores y en el marco del alineamiento de la economía local con la internacional. Su propuesta implica que muchos de los precios que ya se adelantaron lo sigan haciendo. Gastar menos, ajuste.Todo bien siempre que sepas para que.

En conclusión propone resolver los problemas generados por el ajuste inflacionario que impulsara el gobierno de Massa-FMI, con un shock de mayor ajuste y más inflación. Nadie dice nada, nadie sabe nada. La sensación es la de que hay un gobierno que aún no quiere o no puede suceder. Y es su dia 1. La era Milei. 

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