España: las mujeres que congelan sus óvulos se multiplicaron casi por 30 en una década

Sociedad 24 de abril de 2023
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En esta década, la congelación de óvulos creció de manera exponencial en ese país. Los datos de la Sociedad Española de Fertilidad muestran que las mujeres que acudieron a esta práctica en la última década se multiplicaron por 28. Si en 2010, primer año en el que la organización registró estas cifras, hubo 129 mujeres que preservaron su fertilidad, en 2019 este dato había ascendido hasta las 4.396 mujeres.

En estas cifras no están incluidas las mujeres que congelan óvulos antes de someterse a tratamientos que pueden afectar a su fertilidad, por ejemplo la quimioterapia, y que la Sociedad Española de Fertilidad publica por separado. El crecimiento tuvo lugar entre las mujeres que preservan su fertilidad por lo que la organización denomina “razones sociales”. La investigadora Sara Lafuente Funes, experta en reproducción asistida y bioeconomía, resume el estado de situación: “La diferencia con otros países es que aquí el retraso de la edad de maternidad es mucho más acuciante, hay una brecha cada vez mayor entre el deseo reproductivo y el momento en el que se ejecuta”. A las razones sociales se suma un avance científico que permitió congelar óvulos en buenas condiciones y de manera eficaz: la vitrificación, una técnica que se consolidó a partir de 2010.

Son varios los estudios y estadísticas que muestran de qué manera se fue alargando la edad de tener hijos. En España, ya es más normal tener un hijo a los 40 que a los 25. Este hecho terminó de consolidarse en 2014, primer año en el que el Instituto Nacional de Estadística registró más madres por encima de los 40 que por debajo de los 30, una tendencia que antes era justo la contraria. El estudio del Centro de Estudios Demográficos La infecundidad en España: tic tac tic tacseñalaba que España encabeza el retraso de la maternidad en Europa. En 2018, una encuesta del INE mostraba que cerca del 50% de las mujeres de entre 35 y 44 años aducían motivos laborales y económicos para tener menos hijos de los que hubieran querido.

La preservación de semen también es posible, pero los datos muestran que apenas se recurre a ella. El presidente de la Sociedad Española de Fertilidad explica que, aunque la calidad del esperma también disminuye, el proceso tarda más en producirse. Su composición hace, además, que su congelación sea más sencilla, por lo que la aparición de la vitrificación no afectó tanto a las posibilidades para conservarlo.

Para la investigadora Sara Lafuente, la amplia oferta para congelar óvulos y su normalización introduce un cambio en la reproducción asistida, y deja una reflexión: “Amplía la reproducción asistida a mujeres que no están intentando quedarse embarazadas o que ni siquiera saben si querrán estarlo, medicaliza la fertilidad desde antes incluso de querer empezar a reproducirse, amplía el margen de acción de estos mercados”.

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