La trompada

El País 03/04/2023
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El episodio de violencia que sufrió Berni demuestra la fragilidad de la gestión de seguridad y la democracia, a 40 años de su recuperación. Sucedió en la provincia de Buenos Aires. Como el cruce del límite jurisdiccional, es un hecho que conecta la interna oficialista con la disputa opositora por ganar el poder, que tiene en la ciudad de Buenos Aires, su principal trinchera.

La crisis golpea en el kirchnerismo donde más le duele, porque el cordón del conurbano es el reducto donde Cristina está confiada en que podrá salvar la ropa en las próximas elecciones. Ese mapa tiene en el centro a La Matanza, el municipio más populoso y que el PJ maneja desde el retorno de la democracia. En vano, los choferes de colectivos reclamaban, la presencia de su intendente, Fernando Espinoza. 

La política argentina inició claramente, un nuevo ciclo. Macri fue el encargado de poner el cronómetro en cero, con su decisión de correrse de la pelea presidencial. Su declinación tiene un impacto directo en Cristina, que se queda sin el principal argumento para rever su decisión de no presentarse en las elecciones.

El paso al costado de los dos dirigentes que marcaron la política argentina desde hace más de una década, no es un dato menor. Pocos lo advierten, porque la política sigue enfrascada y endogámica. Berni creyó que era mas importante que un trabajador a punto de jubilarse, que se jugaba la vida todos los días yendo a trabajar. Y operación o no, lo sopapearon. Y aparecen oficialistas y opositores a decir algo, no saben bien, pero salen. Unos y otros. Y hablan del discurso del odio.

El verdadero discurso de odio es la política, que no habla de lo que pasa. Y aparecen comunicadores que le quieren explicar a los colectiveros, que acaban de perder a un compañero, el tema del diálogo y las jurisdicciones.

Hoy por la mañana decíamos que nadie en el mundo de las elites sabe bien lo que está pasando abajo. La dirigencia política se lanza a una pelea de todos contra todos, como si estuviera al margen del deterioro social crónico del país. 

Y allí aparece Milei. Milei quiere decir plata o mierda. Milei no tendrá razón, pero los que piensan en votarlo seguro que si.  Laburás mal, viajás mal y agradeces estar vivo. Rosario, el conurbano, Cordoba. El país. Cabe por enésima vez, advertir a la política que si el Estado no me va a ayudar, entonces que no rompa las pelotas.

Devaluación, subsidios, soja y planes, hasta que se acabaron los dólares. Y los pesos. Vale, entonces decir no rompan las pelotas porque se viene el rugido del leon y no quedará nada en pie.

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