
Comienzan las negociaciones para reunificar Nagorno-Karabaj con el territorio de Azerbaiyán.
Rusia envió 170 tanques y 200 blindados a Bielorrusia, un despliegue que alcanzará hasta 9.000 militares y que Minsk asegura que tiene fines “puramente defensivos”.
El sábado, las autoridades bielorrusas habían anunciado los primeros trenes con soldados rusos. El ministro de Defensa dijo ayer que “no vamos a atacar a nadie”.
Es parte de un acuerdo suscrito por los presidentes de ambos países, Alexander Lukashenko y Vladimir Putin. Lukashenko denunció en las últimas semanas riesgos para la seguridad nacional procedentes de diversos países, entre ellos Ucrania. Este último país sostiene que se trata de preparativos de Rusia para provocar un nuevo ataque desde el norte, con el objetivo de interrumpir los corredores utilizados para recibir armas suministradas desde Occidente.
Ayer, se informó la ola de ataques más extensa por parte de Rusia a ciudades ucranianas con drones kamikazes, que dejó un total de 25 fallecidos y más de 100 heridos, según Kiev. La ofensiva rusa comenzó el 10 de octubre y alcanza al menos 10 regiones de todo el país, utilizando tanto misiles rusos como drones fabricados en Irán. Se les llama kamikazes pues los drones, digamos, no vuelven a la base de origen.
Para seguir en tema misiles, esta semana se conmemoran los 60 años de la crisis de los misiles.
Comienzan las negociaciones para reunificar Nagorno-Karabaj con el territorio de Azerbaiyán.