El mundo en un sólo lugar El mundo en un sólo lugar

La mejora de la economía da un respiro a Bolsonaro en la recta final de las elecciones

El mundo 12 de octubre de 2022
8D8DB81E-2516-47AD-A367-3645D16C8689

La economía trae buenas noticias para la campaña de reelección del presidente brasileño, Jair Bolsonaro. Tras años complicados de pandemia y agravados por la guerra en Ucrania, Brasil registra en los últimos meses caídas en el desempleo y en la inflación. El actual mandatario ha utilizado estos datos como munición electoral para tratar de recuperar terreno frente al líder en las encuestas, Lula da Silva. A menos de tres semanas de la segunda vuelta, Bolsonaro se mantiene por detrás aún con la mejora económica, y la brecha de apoyo entre los más pobres luce difícil de salvar en tan poco tiempo.

El panorama económico de Brasil parece despejado, al menos a corto plazo. El FMI acaba de mejorar el pronóstico de crecimiento para este año, del 1,7% al 2,8%; el desempleo se sitúa en 8,9%, el menor nivel desde 2015; y la inflación cayó en septiembre por tercer mes consecutivo hasta el 7,1% anual, según datos publicados este martes. Además, por primera vez en un año, han bajado los precios de los alimentos, un alivio para las personas con menos recursos.

Detrás de la mejora hay una combinación de política y circunstancia. La apertura económica tras la pandemia se ha traducido en una recuperación del empleo, mientras que la disminución en el precio mundial del petróleo ha ayudado a contener la inflación. Por el lado de la política pública, el Banco Central ha mantenido la tasa de interés en un 13,7%, una de las más altas entre las grandes economías del mundo. A eso hay que sumar una serie de medidas anunciadas por el Gobierno a pocos meses de las elecciones, como la imposición de límites al impuesto sobre la nafta, y un aumento millonario en las ayudas a los más pobres, el programa conocido como Auxilio Brasil.

Frente a este discurso, la campaña del Partido de los Trabajadores, rebobina al periodo entre 2003 y 2010 en que Lula era presidente: una media de crecimiento anual del 4%, y millones de personas salidas de la pobreza gracias a los programas sociales. En contraste, el candidato dice que nunca vio “a tanta gente pasando hambre” como ahora. Algo de cierto hay en eso. El 59% de los brasileños vive en una situación de inseguridad alimentaria, un nivel parecido al de la década de los 90, según un informe de una red de ONG encabezadas por Oxfam. De ganar, Lula plantea aumentar el salario mínimo conforme a la inflación, algo que no se ha hecho en cuatro años.

Te puede interesar

Lo más visto

Newsletter