
Dodgeball: el deporte que inspiró una película y se populariza por su faceta inclusiva
Sociedad 27 de marzo de 2022
Por lo general, las películas que tienen cierto anclaje en hechos reales se hacen una vez que el personaje principal ya es famoso o bien cuando el suceso en cuestión ya sucedió. Las biopics, tan en boga en estos tiempos, lo demuestran con claridad. Curioso es el caso de “Pelotas en juego”, el largometraje de Fox protagonizado por Ben Stiller en 2004, que actuó en sentido inverso: llevó a la fama a nivel mundial al dodgeball, el clásico quemado que probablemente todos jugaron alguna vez en el colegio, pero hecho deporte.
El dodgeball nació como deporte universitario en los años ‘60 en los Estados Unidos y después de la película se empezó a practicar a una escala tan grande que creció y nunca paró. En Argentina se pretende implementarlo de a poco en el currículo escolar, organizar la Copa América 2023 y el Mundial 2026. Nuestra selección femenina está séptima en el ranking mundial y la masculina, décima.
Quien brinda su testimonio es Diego Bertola y, si bien por las estadísticas y los proyectos que menciona pareciera estar hablando de fútbol, tenis u otro de los deportes más conocidos, no es así. Está haciendo referencia a lo que más sabe, dodgeball: es el vicepresidente para Latinoamérica de la Federación Mundial y presidente de la Asociación Argentina de Dodgeball y del club Viejos Muchachos de Newell’s de Parque Chas, donde nació la disciplina en el país.
Bertola, curioso y apasionado del deporte, se puso en campaña: tradujeron el reglamento, se contactaron con el presidente de la Federación Mundial (que les dio una mano con algunas pelotas y logística), ingresaron al organismo como miembros provisorios y empezaron a enseñarlo en el club. Con el correr de los años comenzó a expandirse por el AMBA y cobró gran popularidad en provincias como Córdoba, La Rioja y Catamarca.
En cuanto a las reglas, es bastante parecido al quemado, aunque Bertola hace una aclaración: “El quemado es un juego, donde las reglas se ponen y se sacan dependiendo de la conveniencia de los participantes; mientras que el dodgeball es un deporte, que tiene reglas establecidas que se deben respetar siempre”. Las mismas indican que lo único que se necesita para jugar son seis pelotas (pueden ser de goma espuma o de tela), una cancha de 9x18 y seis jugadores por equipo. El objetivo del juego es eliminar a todos los jugadores del equipo contrario, ya sea golpeándolos con las pelotas o atrapando sus lanzamientos.
Los directivos de Dodgeball Argentina buscan que la disciplina se popularice en todo el país a través de un proyecto integrador. Se trata de un propósito que atraviesa de manera transversal la cuestión técnica del juego, las aptitudes físicas de los participantes, los vínculos sociales y las posibilidades económicas.
“Lo primero que hace que este deporte sea el deporte de la inclusión es la edad. Se puede arrancar a entrenar cuando quieras, pero recién a los 16 años los chicos empiezan a competir en los torneos. Lo hacemos para que los padres no vayan a gritarles como en el fútbol; queremos que se diviertan”, explica Bertola.
Luego, está la parte física. En un mismo equipo hay corredores, lanzadores, esquivadores y catchers, que son los especialistas en atajar pelotas para “quemar” a los rivales. Todos son importantes para el juego y dependiendo de la posición que ocupen pueden tener características físicas distintas. “Este deporte tiene tantas variantes que seguro te podés desarrollar en alguna posición. Y si no lo lográs, alguien te va a ayudar. Al contrario de lo que sucede en los deportes más populares, no conozco a nadie que haya dicho ‘voy a dejar el dodgeball, soy malo para esto’”, afirma Gastón Torales, a cargo del club Lanús.
A partir de este año, se sumará a los mundiales la categoría mixta, en la que no es necesario que cada equipo tenga mitad de jugadores masculinos y mitad de jugadoras femeninas, sino que el número es indistinto. En este aspecto, la Argentina es pionera: desde un principio se practicó el deporte de esta manera en el país.