

La morosidad en los pagos de deudas de personas y hogares llegó a niveles récord. El último informe del Banco Central dice que, en junio, la falta de pago alcanza a los créditos de tarjetas y a los préstamos personales.
El consumo que se mueve de forma despareja y según el sector con una tasa de desempleo que muestra una evolución negativa en los últimos meses, ahora se conoció otra variable que también suma preocupación.
La morosidad en el pago de créditos ya suma en el año seis meses de crecimiento constante, una muestra significativa respecto de la complejidad financiera, y una situación que se repite tanto en los segmentos "familia" como "sector privado".
Si bien la situación es dura en ambos casos, la realidad muestra que entre las familias este panorama se hizo todavía más duro. Los números indican que en enero el nivel de mora fue del 2,7%, y desde entonces no hizo más de crecer hasta llegar al 5,2%. En el medio los saldos impagos fueron saltando a un 2,9% en febrero, un 3,3% en marzo, un 3,7% en abril y un 4,5% en mayo.
Dentro del segmento de "familias", el tipo de préstamo que mayor nivel de complicaciones para pagar fue el de Préstamos Personales que tocaron un techo y superaron a la media. Aquí el nivel de mora fue de 6,5% en junio pasado, desde el 3,5% de enero y el 5,6% de mayo. En el caso de las deudas contraídas por el uso de tarjetas de crédito también es notorio. En el comienzo de 2025 una irregularidad en el 2% de las obligaciones, pero en seis meses pegó un salto y en junio pasado llegó al 4,9%.
Para los privados, en tanto, la evolución de la morosidad también fue en alza. En junio pasado alcanzó un nivel de 2,9%, considerablemente más bajo que el de las familias, aunque se debe tener en cuenta que en el arranque del año fue de 1,6%.
Todo apunta, al menos, hacia un recorte de las ofertas de financiamiento y cierta restricción hacia algunas solicitudes, un proceso del que ya de hecho se encargará la propia suba de tasas. Para el caso de las familias lo que se espera es que no solo se mantengan la falta de pagos sino que también se vea todavía más afectado el nivel de consumo en general.
El alza de la mora en empresas podría tener un efecto negativo sobre el nivel de actividad. Esta situación se daría, entre otros casos, por una menor tendencia a crecer por parte de algunos segmentos, sobre todo desde el apalancamiento financiero. De hecho, un trabajo de la consultora GMA Capital advierte que, a pocos días de terminar agosto, ya se da una caída del 2,3% en el mes en el nivel de acceso al crédito por parte de empresas.
El principal inconveniente que se presenta aquí es que a los salarios se les hace cada vez más complicado recuperar capacidad de compra.
Los privados registrados cayeron un 0,6% real desde la asunción de Milei. La situación de los haberes públicos es peor. Desde diciembre de 2023 registran una pérdida que, según las mediciones que se tomen, va entre el 15% y el 30%.