A fuerza de motosierra del gasto público, de hundir la economía y atrasar el tipo de cambio oficial, se logró bajar la inflación mensual de la barrera del 4% por primera vez desde enero de 2022, antes de que la guerra de Ucrania disparara los precios en el mundo.
El mes pasado fue del 3,5%, con lo que acumula 101,6% en lo que va de 2024 y 209% interanual. Se trata del menor registro mensual desde noviembre de 2021, es decir, en casi tres años.
En lo que va del año, la inflación en servicios casi duplica a la inflación en bienes. Esto es aumento de los costos fijos, servicios, para los hogares que deben ser compensados en recortes en los costos variables, bienes.
Los rubros que más se encarecieron fueron vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (7,3%) por las subas en alquileres y las tarifas de luz, gas y agua portable. Le siguió prendas de vestir y calzado (6,0%), por razones estacionales de cambio de temporada. En tercer lugar, la educación (4,3%).
Entre los que menos subieron aparecen segmentos afectados por la recesión como recreación y cultura (2,1%), bebidas alcohólicas y tabaco (2,2%) y alimentos y bebidas no alcohólicas (2,3%).
Alimentos y Bebidas desaceleró fuertemente.. En este punto colaboraron tanto la carne vacuna, que se movió a la baja en Hacienda y las verduras que en el segmento mayorista se redujeron en 3,2%. En el primer caso, la caída del consumo está influyendo, y en el caso de las verduras, operó la estacionalidad.
Los bolsillos de los argentinos no sólo no logran recuperar el poder adquisitivo de noviembre de 2023, sino que caen nuevamente: el dato publicado del RIPTE (Remuneración imponible promedio de trabajadores estables) arrojó un crecimiento de los salarios de 3,8% en agosto. Ese mismo mes, la inflación fue de 4,2%, por lo cual perdieron capacidad de compra.
Esta evolución de los precios, en septiembre, estuvo sostenida en la fuerte caída del consumo, la consultora Scentia midió en agosto un desplome del consumo masivo de 17,2%. También colaboró la medida del Impuesto PAIS, cuya alícuota el gobierno había aumentado en diciembre y retrotrajo a 7,5% el 1° de septiembre.