Cómo la muerte de una joven kurda movilizó a mujeres de todo Irán

Amini simboliza algo mayor.

Sociedad 28 de septiembre de 2022
7C9C9E32-5237-45A4-9E46-EF0F691DEECE

Las regiones kurdas de Irán fueron las primeras en reaccionad cuando la joven kurda Mahsa Amini murió bajo custodia policial. Su ira era contra dirigentes que, según denuncian, llevan años oprimiéndolos estalló como la pólvora en pueblos y ciudades kurdas.

La muerte de la joven de 22 años que se negó a llevar el hiyab durante una visita a Teherán se convirtió enseguida en un potente símbolo de rebelión para una minoría que lleva tiempo albergando ambiciones nacionalistas, que no oculta, y que suele rechazar la línea dura de los dirigentes del país.

Pero algo ocurrió para que aquello no se quedara en un levantamiento nacionalista kurdo: iraníes de todo el país compartieron rápidamente su indignación por la muerte de Amini y un malestar colectivo en un amplio segmento de la población.

Pronto, en las calles de casi todas las provincias del país, las manifestantes pusieron a prueba los límites de las fuerzas del Estado. No es una revolución iraní, ni siquiera una revolución kurda. Es una revolución de las mujeres.

En muchas partes del país, las manifestaciones contra el Estado teocrático iraní por su posición sobre las mujeres no parecen aflojar. Las mujeres, que son las más perjudicadas por las restricciones del Estado, han sido las que más se han hecho oír, arrancando fotos del general asesinado Qassem Suleimani y del ayatolá Alí Jameneí. Dos actos tan impensables hace pocos meses como lo es la presencia de un gran número de mujeres kurdas, persas y de las minorías saliendo a la calle sin el hiyab.

Se trata de 85 millones de seres humanos luchando por sus derechos, sociales, económicos y en todos los aspectos de la vida. Hace una semana, una niña kurda era una desconocida en la capital de Irán y ahora su rostro es conocido en todo el mundo. Los kurdos representan aproximadamente el 10% de la población de Irán y en torno al 25% de todos los kurdos de Oriente Medio, repartidos entre el oeste y el este de Irán, el norte de Irak, el norte de Siria y el sureste de Turquía. A un siglo de la ruptura de las fronteras otomanas que siguió a la Primera Guerra Mundial, aún no hay un Estado kurdo y numerosos grupos compiten por el liderazgo del que sigue siendo un pueblo fragmentado que busca una patria sin conseguirla.

Esta semana se cumplen cinco años del referéndum celebrado por los kurdos de Irak sobre su condición de Estado. Aunque fue aprobado por una amplia mayoría, a los pocos días un ejército iraquí liderado por poderosas milicias y dirigido por Qassem Suleimani avanzó hacia el norte para tomar la ciudad petrolera de Kirkuk y recuperar la mayor parte de las tierras que los kurdos se habían apropiado tras el derrocamiento de Saddam Hussein en 2003.

Ha habido pocos momentos que hayan movido a la acción a los kurdos de Irak y de Irán desde entonces. Hasta que Amini murió en Irán bajo custodia de la Policía. Es evidente que la gente no tiene un problema solo con el hiyab, sino con el sistema de Gobierno. No se trata solo de la cuestión del hiyab sino del derecho a elegir.

Te puede interesar
Lo más visto