

La cotización del euro frente al dólar se volvió a situar por debajo de la paridad y tocó mínimos desde febrero de 2002 ante la preocupación por el abastecimiento de gas y las perspectivas que apuntan a un creciente riesgo de recesión en la zona euro, a la espera de que a finales de esta semana se reúnan en Jackson Hole, representantes de la Reserva Federal de Estados Unidos y de otros bancos centrales.
De este modo, el cambio del euro frente al billete verde ha llegado a bajar este martes hasta los 0,9902 dólares desde los 0,9941 dólares del cierre de ayer, lo que supone el peor cambio de la moneda europea desde febrero de 2002.
Además de las dificultades relacionadas con el suministro de gas, este lunes el Bundesbank, el banco central de Alemania, advirtió del aumento significativo de los riesgos que apuntan a una contracción del PIB durante la segunda mitad del año, cuando las presiones inflacionarias pueden aumentar hasta impulsar el IPC a alrededor del 10%.
"La probabilidad de que el PIB disminuya en el semestre de invierno ha aumentado significativamente", señalaba la entidad, que espera que la tasa de inflación alcanzará "nuevos máximos en otoño", cuando las subidas de precios en el país podrían alcanzar "el orden del 10%".
"La grave situación energética de Europa sugiere que el punto álgido de la inflación aún no ha llegado y que sigue existiendo el riesgo de que la inflación elevada se mantenga durante más tiempo si no se adoptan medidas agresivas por parte de los bancos centrales", afirmó Tapas Strickland, director de economía del National Australia Bank.
"No es de extrañar, pues, ver al dólar en máximos de varias décadas frente a un euro y una libra esterlina en caída".
Hay que recordar que la Reserva Federal estadounidense empezó a subir las tasas antes que el Banco Central Europeo (BCE); y a un ritmo más rápido, por lo que el dinero ha optado por huir hacia el dólar en lo que va de año, frente a un euro que cuenta con tasas de interés más bajas.