

Los científicos suponían que la chelonoidis phantasticus se había extinguido hace más de un siglo. La especie es más conocida como "tortuga gigante fantástica" y es originaria de la isla Fernandina de Galápagos.
El único ejemplar conocido fue descubierto en 1906.
Pero en 2019, investigadores de Princeton descubrieron una tortuga hembra solitaria en la isla que insinuaba que la especie podría seguir viva.
La semana pasada, finalmente demostraron que los dos especímenes están relacionados. Las tortugas gigantes pueden llegar a pesar 417 kg y crecer hasta 1,3 m. Suelen vivir entre 80 y 120 años. Hay 14 especies diferentes de tortugas gigantes de las Galápagos, todas ellas descendientes de un mismo ancestro, y todas ellas incluidas en la Lista Roja de la UICN como vulnerables, en peligro, en peligro crítico o extintas.
En 2019, los investigadores de la isla Fernandina descubrieron a Fernanda, una hembra solitaria asentada en una mancha de vegetación aislada. Tras comparar el ADN de Fernanda con el del espécimen de "tortuga gigante fantástica" recogido en 1906, el equipo confirmó que la pareja es miembro de la misma especie.
"Al igual que mucha gente, mi sospecha inicial era que no se trataba de una tortuga autóctona de la isla Fernandina", dijo Stephen Gaughran, de la Universidad de Princeton, el investigador encargado de secuenciar el genoma.
El nuevo descubrimiento da "esperanza" a los investigadores, según Adalgisa Caccone, que ayudó a realizar la investigación.
"El hallazgo de un espécimen vivo da esperanzas y también abre nuevos interrogantes, ya que aún quedan muchos misterios", añadió.