
Se estima que provocó 15 millones de muertes; pero además ¿cuántos años de vida saludable perdidos habrá que agregarle? Todavía no conocemos su real dimensión
Un informe del Comité Nacional para la Prevención de la Tortura reveló que los fallecimientos por COVID-19 crecieron proporcionalmente más rápido en ámbitos carcelarios que en el conjunto de la población.
La letalidad del virus en contextos de encierro fue de 3,9% mientras que en la población libre fue de 2,9% durante 2020. En 2021, fue de 1,9% en todo el país y 3,8% en unidades penitenciarias.
Dicha diferencia estaría explicada por la más rápida propagación del virus en espacios de alojamiento carcelario, que afectó especialmente a personas de riesgo (por edad o comorbilidades).
El informe reveló además 16 fallecimientos en el contexto de protestas o medidas de fuerza en ámbitos penitenciarios durante ese período.
Los casos totales en contexto de encierro bajaron un 35% de 2020 a 2021 por la expansión de la campaña de vacunación.
El informe completo puede leerse aquí.