

Las alimenticias aplicaron subas de precios de hasta 5% y presionan sobre la inflación. En los últimos días comenzaron a enviar planillas con los incrementos, luego de la alta volatilidad que viene mostrando el dólar.
Esto se da, incluso, pese al resentido nivel de consumo.
Según distintos relevamientos sectoriales, los comercios de cercanía y los mayoristas enfrentan subas promedio de entre 4% y 11%, con mayores incrementos en aceites, farináceos, lácteos y productos de limpieza. Al mismo tiempo, se advierte una creciente dificultad en el financiamiento de los clientes, en un contexto de consumo todavía debilitado.
En ese marco, la inflación de la Ciudad de Buenos Aires se aceleró al 2,2% en septiembre, frente al 1,6% registrado en agosto, en un mes atravesado por una mayor tensión cambiaria y financiera.
El efecto de la suba del dólar sobre la inflación finalmente llegó. Hasta el momento las alimenticias hacian equilibrio para intentar no mover sus precios y afectar todavía más el comportamiento del consumo, pero la realidad y el comportamiento cambiario-, pudo más y ahora ya decidieron modificar sus planillas.
Estas variaciones tiene que ver, sobre todo, con el componente de insumos importados que tiene cada producto. Además de la curva inflacionaria, en varios casos, se sumó que los movimientos del dólar generaron una necesidad extra de incrementar los precios.
Según marca el último trabajo de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), en agosto pasado el consumo se retrajo 0,5% respecto del mismo mes del año pasado, y con esa caída se rompió la tendencia positiva que había mostrado en los primeros meses de este año.
“Subieron algunos fiambres, algo de aceites y derivados -como mayonesas-, algunos panificados, todos entre un 4 y 5%. Danone subió el 4%”, detalló Adrián Morales, presidente de la Cámara de Almaceneros de Río Cuarto.
Desde la misma entidad pero de Santa Fe, confirmaron que “se están empezando a mostrar leves aumentos en productos, bebidas alcohólicas, aceites y lácteos”, con una variación que ronda entre el 2% y 3,5%. “Algunos los trasladamos al precio final y otros preferimos mantenerlos”, precisaron.
El titular de la Federación de Almaceneros, Fernando Savore, explicó que los incrementos más fuertes llegaron a fines de septiembre: “Arcor nos mandó un 8%, una barbaridad. Y Arcor es galletitas, mermeladas, fideos, enlatados. El café subió 7%, la gaseosa de primera marca un 4%. Lo demás se mantiene, pero la venta no acompaña”.
Savore advirtió además que las fechas de vencimiento se acortan: “Los distribuidores están desesperados por vender y hay que mirar las fechas de los productos. Se trabó mucho stock. No somos la excepción, pero al menos vendemos más que los hipermercados”.
Cabe destacar que en un momento en el que los personas no tienen liquidez, se endeudan en mayor medida con la tarjeta de crédito para intentar mantener su nivel de consumo. Tal es así que, pese a la creciente morosidad, las operaciones con tarjetas de crédito crecieron un 1,2% real en septiembre y un 39,8% anual, según informó First Capital Group en base a datos del Banco Central (BCRA).
Respecto a la morosidad, los últimos datos de julio mostraron que en familias representó el 5,7% del financiamiento total, la cifra más elevada desde que la autoridad monetaria comenzó los registros, en 2010.
Según la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (CADAM), las principales empresas aplicaron ajustes en la última semana del mes.