

Uruguay acaba de dar un paso concreto en la lucha por la equidad social y la dignidad de las personas menstruantes.
La Ley N° 20375, ya promulgada, establece la creación de la canasta higiénica menstrual, que garantiza el acceso a productos esenciales a quienes viven en hogares beneficiarios de la Tarjeta Uruguay Social. No es solo un tema de higiene, es reconocer que la salud y la dignidad son derechos.
Con la canasta higiénica menstrual, eso cambia. La senadora María Eugenia Roselló, del Partido Colorado, recordó en su cuenta de X que este proyecto que ella presentó en 2020 y que se aprobó en setiembre de 2024, ahora se concreta en el presupuesto. "Esto asegura que las personas menstruantes más vulnerables puedan adquirir productos de gestión menstrual, derribando brechas no solo económicas, sino también sociales y de salud. Se reconoce y pondera la salud como un derecho fundamental, acorde a nuestra Constitución".
La medida alcanzará a unas 80.000 mujeres, niñas y adolescentes titulares de la Tarjeta Uruguay Social (TUS), gestionada por el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES). Esto asegura que el beneficio llegue a quienes realmente lo necesitan, priorizando a quienes ya enfrentan dificultades económicas.
Cada beneficiaria percibirá alrededor de $40.000 por mes por cada persona del núcleo familiar en edad de menstruar. Esta cifra surge de un relevamiento de precios en comercios de cercanía. Multiplicado por las 80.000 beneficiarias, el costo asciende entre 9 y 10 millones de dólares.
El acceso a productos estuvo en discusión en Uruguay en paralelo a campañas feministas que denuncian la “pobreza menstrual”como una de las desigualdades menos visibilizadas.
Con esta medida, el país se suma a una tendencia que busca reconocer la menstruación como un tema de política pública.