

Un vertedero de más de 150 metros de largo en la campiña inglesa sacude a la opinión pública británica. Las autoridades intentan frenar la contaminación del río colindante.
Las imágenes del vertedero ilegal en el condado de Oxfordshire, toneladas de basura al lado del río Cherwell y en una de las zonas más hermosas de la campiña inglesa, han conmocionado a los británicos. Al menos un sospechoso ha sido detenido, la Agencia de Medio Ambiente ha declarado el incidente como situación de emergencia.
Se han colocado barreras protectoras para evitar que la montaña de plásticos, ruedas y en general basura inorgánica que durante meses se han arrojado en la zona, contaminen las aguas del río colindante.
Oculto tras una espesa hilera de árboles de la concurrida autopista contigua, el montón creció y los automovilistas pasaban sin darse cuenta.
Cómo llegó allí la basura y cuánto tiempo llevaba creciendo sigue siendo un misterio, pero su reciente descubrimiento ha causado indignación por una crisis medioambiental.
El “río de basura” tiene una longitud de más de 150 metros y una altura de 6 metros. El asunto ha llegado incluso a la sesión de control al primer ministro que se celebra cada semana en la Cámara de los Comunes. El líder del Partido Liberal Demócrata, Ed Davey, reclamaba una respuesta urgente “frente a las bandas criminales organizadas que se dedican a verter ilegalmente basura en nuestras zonas rurales”.






