

El Gobierno convierte la crisis de los audios de Karina en una causa de seguridad nacional y apunta a medios y periodistas. Enfrenta su hora frentetodista más dura, lo que está roto lo está por dentro. Y sin un Massa para tener salvoconducto. Tienen un líder, pero es su hermana.
Milei decidió no renunciar a los dividendos que genera explotar y no destruir el Estado. Para eso, se aferró a herederos de una dinastía política cargada de significaciones. Marginales y sin historia política, el ciclo se incubó ante el agotamiento político y estalló como nunca con el descontrol inflacionario.
La mentira del no hay plata selectivo aporta nuevas imágenes para una venganza. Con la precisión de viejas operaciones de inteligencia, Le roban a los viejos, a las personas con discapacidad y a los más vulnerables. Es el estado decadente puro de las elites de este país que soportaroncualquier cosa con tal de preservar sus privilegios.
La novela coimera indica que hay un sector del poder que acaba de dar por concluido el experimento de la ultraderecha marginal. Hay dueños que necesitan un cambio.
Con Cristina presa, el riesgo país de 750 puntos denuncia que el peligro es Milei.
La Casa Rosada denuncia espionaje ilegal y pidió frenar la difusión de grabaciones atribuidas a la hermana de Milei. En la mira quedaron periodistas, dirigentes del fútbol y operadores, mientras el mundo de la inteligencia exhibe sus fracturas en plena campaña.
El titular del Juzgado Federal en lo Civil y Comercial N° 5 de la Ciudad de Buenos Aires, Alejandro Maraniello, hizo lugar parcialmente a la denuncia del Gobierno y ordenó el cese de la difusión de los audios atribuidos a Karina Milei.
Luego de que se conocieran, el Gobierno denunció ante la Justicia Federal una "operación de inteligencia" que tendría el objetivo de "desestabilizar al país en plena campaña electoral". En consecuencia, el juez ordenó el cese de la difusión de los audios grabados en la Casa de Gobierno atribuidos a Karina Milei.
El artículo 14 de la Constitución argentina y el artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos prohíben cualquier tipo de censura directa o indirecta en pos de garantizar la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole. Esta garantía se profundiza cuando se trata de asuntos de interés público y funcionarios públicos. Es por este motivo que no resulta viable ninguna clase de censura previa legislativa, administrativa o judicial en relación a los presuntos audios de Karina Milei.
El riesgo para la oposición sería sentarse a esperar el eclipse sin tener una alternativa para la Argentina. La falla de la alianza que sostuvo la ficción de la Convertibilidad,hace 25 años cuando empezó la descomposición que dio lugar al kirchnerismo y al Pro cómo emergentes de la crisis.
La oficina de Amnistía Internacional en Argentina alertó que la prohibición por parte de la Justicia -y a pedido del Gobierno- de la difusión de audios de la hermana del presidente Javier Milei y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, “puede significar un ataque a la libertad de expresión y al derecho a informarse”.
“Un juez prohibió difundir audios de Karina Milei, que habría mantenido reuniones en Casa de Gobierno, en el marco de sus funciones. Este precedente puede significar un ataque directo del Gobierno y el Poder Judicial a la libertad de expresión, y al derecho de la sociedad a informarse, pilares fundamentales de un estado de derecho”, advirtió la organización a través de una publicación en su perfil de la red social X.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, elevó la tensión en torno a la filtración de los audios de Karina Milei al asegurar que el Gobierno denunció a “personas ligadas a servicios de inteligencia rusos” por el hecho y sugirió que también podría haber “incidencia de Venezuela”. Si bien los audios de Karina Milei filtrados el pasado viernes no hacen mención al escándalo de corrupción sino a disputas dentro del partido oficialista La Libertad Avanza, la denuncia del Gobierno precisó que un periodista vinculado con su difusión aseguró contar con 50 minutos de grabaciones.
Ante esto, el Ministerio de Seguridad pidió en la denuncia el allanamiento del domicilio del periodista, Mauro Federico, así como del medio digital Carnaval, que dio a conocer las grabaciones, y de otro de sus conductores, Jorge Rial.
Donde hay vergüenza, hay posibilidad de elevación. Cuando desaparece, sonamos. No es solo el ajuste y los recortes, son medicamentos de jubilados y discapacitados que se robaban como si fueran cifras y no vidas.
Esa es la crueldad, ya pasó y hoy, es más fuerte aún. El robo no se oculta sino se exhibe y a quienes no pueden defenderse y muelen a palos cada semana.
Allí la sociedad tambalea. Quizás es la fase final del ciclo de fractura de la política. Milei fue el síntoma, nuestro espejo de lo que estaba mal, de lo que creció en silencio y tolerancia. Se ha perdido la distancia de lo humano y lo brutal.