

Despidos, suspensiones y desvinculaciones en grandes compañías. La recesión de la construcción, la industria y el consumo masivo y otros factores microeconómicos restan competitividad en plena apertura comercial.
La aceitera Vicentin, YPF, la siderúrgica Acindar, Nissan, Scania, Granja Tres Arroyos, Refinor (la petrolera de YPF y José Luis Manzano en el noroeste), Dass (fabricante de calzado Adidas, Nike, Umbro y Asics), Sancor, General Motors y Bridgestone fueron algunas de las grandes empresas que despidieron, suspendieron o retiraron voluntariamente de a cientos de empleados de su personal en lo que va del año, según un relevamiento de noticias publicadas que viene elaborando el Centro de Economía Política (CEPA), que dirige Hernán Letcher.
Halliburton (una de las grandes empresas de servicios petroleros), Ledesma, Kimberly Clark (con sus marcas Huggies, Kleenex, Scott y Plenitud), La Gráfica Morvillo, los canales Somos de Flow (Telecom), Aquarium Mar del Plata, Orbis, Molinos Río de la Plata, Forestadora Tapibecuá, Lácteos Verónica, Nestlé, Lumilagro y Ternium (siderúrgica del grupo Techint). La lista y continúa.
Lo que reflejan los medios se plasma en la estadîstica. Hasta abril habîa 6.255.000 empleados registrados en el sector privado, según la Secretaría de Trabajo. En diciembre eran 6.284.000. Unas 29.000 personas quedaron afuera. No por la motosierra sobre el Un 0,5% menos de trabajo que a fines de 2024. Y estos números no reflejan lo que pasó de mayo a julio, meses en que se ralentizó el rebote económico.
En la lista también aparecen despidos, suspensiones o desvinculaciones de otras empresas, como Pirelli, General Motors, Cerámica Alberdi, las textiles TN&Platex y Coteminas, la pesquera Conarpesa, la litiera Exar, Prosegur, Azul Natural Beef, Arca Continental (embotelladora de Coca-Cola), Marengo (fabricante de los camarelos No Hay Plata, en alusión a la frase con la que Milei inauguró su presidencia), la agrícola Red Surcos, Raízen (la refinadora de petróleo de Shell), la bodega Fecovita, Laboratorios Bagó, la constructora Astra Evangelista, Tenaris (la otra acerera de Techint), los fabricantes de Puma y Topper o la metalúrgica privatizada Impsa.
La lista no llega a agosto. Este mes ya hubo noticias de despidos, suspensiones y desvinculaciones en Petroquímica Río Tercero, Algodonera Avellaneda, Mauro Sergio Textilana, Coca-Cola Andina (embotelladora) y Radio Con Vos.
Es heterogénea la recuperación de la actividad económica, que ya tiene el nivel previo a la llegada de Milei. Hay sectores muy intensivos en empleo como la construcción y sectores industriales que están niveles bastante por debajo de noviembre de 2023. Y a los sectores que les va bien, como la extracción de petróleo y gas, emplean menos, como Vaca Muerta, Neuquén.
El comercio, generador de mucha mano de obra, cayó al inicio del gobierno de Milei, pero ahora empezó a levantar, y que el agro crece pero es intensivo en capital, no en empleo. Cuando uno separa entre sectores ganadores y perdedores, se entiende por qué la economía ya opera por encima de los niveles de 2023, pero se perdieron 15.000 puestos de trabajo en el camino, que difícilmente se recuperen en el corto plazo. Se compensan en parte con el mayor número de autónomos y monotributistas, incluye choferes de Uber y Didi o repartidores de Rappi y PedidosYa.
Además, crece el trabajo informal, sin derechos, tanto asalariado como cuentapropista.
La caída del empleo privado formal en 2025 se debe a una demanda local deprimida y a los efectos de un dólar atrasado que hace más evidente la falta de competitividad de algunas empresas tanto para exportar como para competir con importaciones por la mayor apertura. El trabajo privado ya venía estancado desde hace una década.
“Caída del consumo masivo, apertura importadora y también un estrangunlamiento del financiamiento por tema suba de tasas”, apunta tajante las razones del bajón la director del Banco Ciudad de Buenos Aires por la oposición, Delfina Rossi.
En cambio,el consultor Hernán Hirsch, más optimista, lo relaciona con “un cambio de modelo de económico, que implica una nueva asignación de recursos con otros sectores más dinámicos, lo cual lleva necesariamente a niveles de desempleo más alto transitoriamente”.