

La balanza de pagos mostró un deterioro en la cuenta corriente, con fuerte peso del turismo al exterior. El Fondo Monetario proyectaba un desequilibrio de casi la mitad (USD 2.700 millones) para todo el año.
Uno de los números claves que explican la marcha de la economía y que es seguido de cerca por el mercado es la balanza de pagos, es decir, el saldo de ingreso y salida de divisas. El Indec dio a conocer que la cuenta corriente tuvo un déficit de casi USD 5.200 millones en la primera parte de 2025, una cifra muy superior al desequilibrio que proyectó el FMI para este año.
Ese deterioro -ya que en el mismo lapso del año pasado había existido un superávit de USD 176 millones- estuvo sustentado por un récord en gastos al exterior en medio del proceso de apreciación del peso.
La diferencia de más de USD 5.300 millones en relación con el primer tramo del 2024 se explicó principalmente por el deterioro del intercambio de servicios, que duplicó su déficit y superó en un solo trimestre todo lo que acumuló en 2024.
El déficit de la cuenta de servicios ascendió a USD 4.502 millones. Dentro de esta categoría, el rubro viajes al exterior mostró una salida neta de divisas de USD 3.464 millones, un nivel récord histórico, según datos del Indec. El aumento de los gastos de argentinos fuera del país coincidió con la caída del tipo de cambio real.
En términos comerciales, la balanza de bienes mostró un superávit de USD 2.060 millones, que resultó insuficiente para compensar el déficit en el resto de los componentes de la cuenta corriente. Las exportaciones de bienes alcanzaron los USD 18.702 millones, mientras que las importaciones totalizaron USD 16.642 millones. No obstante, el saldo fue USD 3.010 millones inferior al registrado en el primer trimestre de 2024.
Los mayores déficits comerciales se dieron con China (USD 3.041 millones), Brasil (USD 1.188 millones) y Alemania (USD 542 millones). Los principales superávits provinieron del intercambio con Chile (USD 1.497 millones), India (USD 680 millones) y Perú (USD 550 millones).
El Gobierno mantuvo una política que puede definirse como de apreciación del peso. La moneda local fue una de las que más se encareció respecto al dólar en 2024, con una revaluación estimada de alrededor del 40%. Esta situación vuelve mas caro el país tanto para visitantes extranjeros como para los propios argentinos.
La publicación The Economist ubicó a la Argentina con el segundo Big Mac más caro del mundo. Por su parte, un relevamiento realizado por el diario El País mostró que el costo de tomar un café en Buenos Aires es el más alto de América Latina.