Este fin de semana, Belgrado fue escenario de una gran protesta antigubernamental, tal vez la más grande de la historia de Serbia, que tuvo su punto culminante cerca del edificio del Parlamento.
Antes, el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, había denunciado que partidarios de la oposición intentarían tomar estructuras del Estado, para obligar a los dirigentes del país a aceptar la formación de un gobierno de transición.
El detonante es un movimiento a nivel nacional que empezó después del derrumbe del techo de una estación de tren, que le costó la vida a 15 personas. El accidente se atribuyó a la corrupción gubernamental, así como a la negligencia de las normas de seguridad en la construcción.
La manifestación fue denominada “15 por 15”, en referencia a la fecha de la protesta y al número de personas muertas en la ciudad de Novi Sad el 1 de noviembre. Las multitud permaneció en silencio durante 15 minutos para honrar a las víctimas.
Los estudiantes universitarios que protestan, han sido una fuerza clave del movimiento.
Además circularon vídeos en las redes sociales, donde se ve a los manifestantes dispersándose en pánico y se sospecha fue una reacción al uso de un arma sónica, un cañón acústico, por parte de las fuerzas policiales serbias.
El dispositivo LRAD, puede emitir un ruido de hasta 160 decibeles. El uso puede provocar daños auditivos permanentes. El analista militar Aleksandar Radic dijo que el sonido que se escuchó y asustó a la gente, fue producido por un arma sónica.
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