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El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de enero fue de 2,2% respecto de diciembre (el más bajo desde julio de 2020) y 84,5% en la comparación interanual, según los números oficiales del INDEC. La canasta básica mensual subió por debajo y eso podría permitir que se reduzca la cifra de pobreza.
El sector de la economía con mayor aumento en el mes fue Restaurantes y hoteles (que trepó un 5,3%), por las subas estacionales en el servicio de hotelería. La sigue la división Vivienda (4%), por incrementos en alquileres y las tarifas de gas y electricidad. Alimentos y bebidas no alcohólicas, la categoría que más incidencia tiene en la economía de las familias de menores ingresos, aumentó 1,8% en el mes.
La inflación medida por el Indec y la calculada por la Ciudad de Buenos Aires (que para el mismo mes dio 3,1%, muestran una divergencia creciente y generan interrogantes sobre la fiabilidad de los datos oficiales.
La característica de la inflación de los últimos años, y con más fuerza durante la gestión del actual Gobierno, es que los precios de los servicios vienen subiendo muy por encima de los bienes. En los últimos 12 meses a enero 2025, los precios de los bienes subieron el 64,5% y los de los servicios, como luz, gas, agua, prepagas, transporte, gastos financieros, aumentaron 152,4%.
En consecuencia, con una ponderación de los servicios del 59%, la incidencia en el Indice de Precios es muy superior que con apenas el 39%. Y determinaría una inflación promedio muy superior.
La falta de actualización hace que la medición no refleje la incidencia real que tiene en los gastos de las personas y de las familias.
Estas fuertes diferencias entre lo que habría pasado entre uno y otro índice pueden explicar, en parte, por qué el poder de compra sigue deprimido y las ventas vinculadas al consumo privado retrocedieron durante el año pasado.
También los precios estacionales bajan en determinados periodos del año. Pasa con las frutas y con la ropa (liquidaciones de verano e invierno), por ejemplo. Más allá del chiste que puede se puede hacer a quienes confunden eso con "deflación", se trata de un buen signo de los tiempos. Nos confirma que el régimen de alta inflación empieza a quedar atrás.